viernes, 19 de mayo de 2017

01. “EL OSCURECIMIENTO DEL SOL Y LA LUNA”



EL oscurecimiento del sol ocurrió el 19 de mayo de 1780.  El oscurecimiento de la luna ocurrió en la noche del mismo día.

“El Oscurecimiento Del Sol Y La Luna” Isaías 24:23; Joel 2:30,31; San Marcos 13:24; San Mateo 24:29. 
Este evento extraordinario ocurrió como saco de silicio, y la luna se puso toda como sangre, como a la media mañana, una extraña oscuridad cubrió gran parte de los Estados Unidos. Que duro todo el día. Y como a la media noche se vio la luna como sangre. Siendo una noche sin nubes. Dando cumplimiento a la  segunda y tercera señal del tiempo del fin.


Pues bien, el 19 de mayo de 1780 se cumplió esta profecía.  "Único o casi único en su especie, por lo misterioso del hasta ahora inexplicado fenómeno que en él se verificó... fue el día obscuro del 19 de mayo de 1780, inexplicable obscurecimiento de todo el cielo visible y atmósfera de Nueva Inglaterra."  -R. M. Devens, Our First Century, pág. 89.


"La obscuridad de la noche no fue menos extraordinaria y terrorífica que la del día, pues no obstante ser casi tiempo de luna llena, ningún objeto se distinguía sin la ayuda de luz artificial, la cual vista de las casas vecinas u otros lugares distantes parecía pasar por una obscuridad como la de Egipto, casi impenetrable para sus rayos." -Isaías Thomas, Massachusetts Spy; or American Oracle of Liberty, tomo 9, No. 472 (25 de mayo, 1780).


Un testigo ocular de la escena dice:  "No pude substraerme, en aquel momento, a la idea de que si todos los cuerpos luminosos del universo hubiesen quedado envueltos en impenetrable obscuridad, o hubiesen dejado de existir, las tinieblas no habrían podido ser más intensas.“ 
 -Carta del Dr. S. Tenney, de Exeter, N. H., diciembre de 1785 (Massachusetts Historical Society Collections, 1792, serie 1, tomo 1, pág. 97).
 
Aunque la luna llegó aquella noche a su plenitud, "no logró en lo más mínimo disipar las sombras sepulcrales." Después de media noche desapareció la obscuridad, y cuando la luna volvió a verse, parecía de sangre.


El 19 de mayo de 1780 figura en la historia como el "día obscuro.“  Desde el tiempo de Moisés, no se ha registrado jamás período alguno de obscuridad tan densa y de igual extensión y duración.

La descripción de este acontecimiento que han hecho los historiadores no es más que un eco de las palabras del Señor, expresadas por el profeta Joel, dos mil quinientos años antes de su cumplimiento: "El sol se tornará en tinieblas, y la luna en sangre, antes de que venga el día grande y espantoso de Jehová" (Joel 2: 31).


Cristo había mandado a sus discípulos que se fijasen en las señales de su advenimiento, y que se alegrasen cuando viesen las pruebas de que se acercaba.  
"Cuando estas cosas comenzaren a hacerse -dijo,- mirad, y levantad vuestras cabezas, porque vuestra redención está cerca."


Llamó la atención de sus discípulos a los árboles a punto de brotar en primavera, y dijo: "Cuando ya brotan, viéndolo, de vosotros mismos entendéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando viereis hacerse estas cosas, entended que está cerca el reino de Dios." 
(San Lucas 21: 28, 30, 31). {El Conflicto de los Siglos Pág. 351-354}.

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