viernes, 20 de septiembre de 2019

141. LA HISTORIA DE RUT 1: “UNA DECISIÓN ACERTADA Y BENDECIDA”


16 Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios.17 Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aun me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos. Rut 1:16,17.

Rut Capítulos 1-4.

INTRODUCCIÓN
La historia de Rut, es una prueba categórica, de que el amor de Dios, solo tiene una condición: Aceptarlo como Señor y Salvador. Y cuando Dios decretó la destrucción de los cananeos. Aún estaba implícito en esa orden de salvación a todo los que querían volverse al Dios verdadero.  Y así, “Todos los que, como Rahab la cananea, y Rut la moabita, se volvieran de la idolatría al culto del verdadero Dios, habían de unirse con el pueblo escogido”.  PVGM.

*El libro de Rut no nos da la historia de un amor romántico, sino del amor reverente de una viuda joven por la madre de su esposo difunto.  

El amor que se revela en el carácter de Rut es del tipo más puro, abnegado y extraordinario.  Aunque era moabita, Rut aceptó como propia la fe de Noemí, y fue recompensada mediante su matrimonio con un noble judío, Booz, con quien llegó a ser antecesora de David, y así finalmente de Cristo. 

*Las costumbres, la sociedad y el gobierno que se reflejan en el libro de Rut, concuerdan con el período de los jueces, tal como se presentan en el libro de ese nombre.  Esto se hace más evidente a medida que se estudian los detalles de la narración de Rut.

*La relación entre suegra y nuera es tema de diversión para muchos.  Pero no ocurre así con la relación de Rut y su suegra Noemí.

*Después de una permanencia de diez años en la tierra de Moab, Noemí, cuyo esposo e hijos habían muerto, supo que nuevamente había abundancia en la tierra de Judá, y decidió regresar.  Rut, con una devoción que casi habla tanto en favor de Noemí como de Rut misma, rompió todos los vínculos de hogar y de parentela para acompañarla.  Con una última mirada a los fértiles campos de su patria, Moab, y con una apasionada exclamación dirigida a Noemí, "tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios", entró en una tierra extraña, se unió con el verdadero pueblo de Dios, y se convirtió en adoradora del Dios de los cielos. 
 Esta lealtad a su suegra resultó finalmente en que llegó a ser una de las progenitoras de David, el dulce salmista de Israel; de Salomón, el más sabio de los hijos de los hombres; de Zorobabel, el Moisés posterior; y del Mesías, el hijo de David.  

Finalmente el relato está repleto de ejemplos notables de fe, piedad, humildad, laboriosidad y bondad reveladas en los sucesos de la vida diaria.

Así tenemos en la historia de Rut, no sólo una joya encantadora de la literatura hebrea, sino también un comentario importante sobre una parte de la genealogía de Cristo (ver com.  Mat. 1: 4-6).

*Mediante el estudio de esta narración, Israel debería haber estado preparado para entender el plan de Dios para la salvación de individuos de todas las naciones que hiciesen lo que hizo Rut la moabita: aceptar al Dios cuyo carácter les había sido representado por sus siervos.  Era el plan de Dios que muchos fuesen transformados de tal manera en su carácter, que pudieran estar preparados individualmente para llegar a ser ciudadanos del eterno reino de Cristo (ver PVGM 232).

Rut Capítulo 1:1-22.
ELIMELEC VA A MOAB A CAUSA DEL HAMBRE DE LA TIERRA, Y MUERE ALLÁ. 
1 ACONTECIÓ en los días que gobernaban los jueces, que hubo hambre en la tierra.  Y un varón de Belén de Judá fue a morar en los campos de Moab, él y su mujer, y dos hijos suyos.
2 El nombre de aquel varón era Elimelec, y el de su mujer, Noemí; y los nombres de sus hijos eran Mahlón y Quelión, efrateos de Belén de Judá.  Llegaron, pues, a los campos de Moab, y se quedaron allí.
3 Y murió Elimelec, marido de Noemí, y quedó ella con sus dos hijos,

MAHLÓN Y QUELIÓN TAMBIÉN MUEREN DESPUÉS DE HABERSE CASADO CON MUJERES DE MOAB. 
4 los cuales tomaron para sí mujeres moabitas; el nombre de una era Orfa, y el nombre de la otra, Rut; y habitaron allí unos diez años. 5 Y murieron también los dos, Mahlón y Quelión, quedando así la mujer desamparada de sus dos hijos y de su marido.

NOEMÍ, AL REGRESAR A SU TIERRA NATAL, 
6 Entonces se levantó con sus nueras, y regresó de los campos de Moab; porque oyó en el campo de Moab que Jehová había visitado a su pueblo para darles pan. 7 Salió, pues, del lugar donde había estado, y con ella sus dos nueras, y comenzaron a caminar para volverse a la tierra de Judá.

DISUADE A SUS DOS NUERAS DE SU INTENCIÓN DE ACOMPAÑARLA. 
8 Y Noemí dijo a sus dos nueras: Andad, volveos cada una a la casa de su madre; Jehová haga con vosotras misericordia, como la habéis hecho con los muertos y conmigo. 9 Os conceda Jehová que halléis descanso, cada una en casa de su marido.  Luego las besó, y ellas alzaron su voz y lloraron, 429 10 y le dijeron: Ciertamente nosotras iremos contigo a tu pueblo. 11 Y Noemí respondió: Volveos, hijas mías; ¿para qué habéis de ir conmigo? ¿Tengo yo más hijos en el vientre, que puedan ser vuestros maridos? 12 Volveos, hijas mías, e idos; porque yo ya soy vieja para tener marido.  Y aunque dijese: Esperanza tengo, y esta noche estuviese con marido, y aun diese a luz hijos, 13 ¿habíais vosotras de esperarlos hasta que fuesen grandes? ¿Habíais de quedaros sin casar por amor a ellos?  No, hijas mías; que mayor amargura tengo yo que vosotras, pues la mano de Jehová ha salido contra mí.

ORFA LA ABANDONA, PERO RUT INSISTE EN ACOMPAÑARLA. 
14 Y ellas alzaron otra vez su voz y lloraron; y Orfa besó a su suegra, mas Rut se quedó con ella. 15 Y Noemí dijo: He aquí tu cuñada se ha vuelto a su pueblo y a sus dioses; vuélvete tú tras ella. 16 Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré.  Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. 17 Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aun me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos. 18 Y viendo Noemí que estaba tan resuelta a ir con ella, no dijo más.

AMBAS LLEGAN A BELÉN DONDE SON BIEN RECIBIDAS.
19 Anduvieron, pues, ellas dos hasta que llegaron a Belén; y aconteció que habiendo entrado en Belén, toda la ciudad se conmovió por causa de ellas, y decían: ¿No es ésta Noemí? 20 Y ella les respondía: No me llaméis Noemí, sino llamadme Mara; porque en grande amargura me ha puesto el Todopoderoso. 21 Yo me fui llena, pero Jehová me ha vuelto con las manos vacías. ¿Por qué me llamaréis Noemí, ya que Jehová ha dado testimonio contra mí, y el Todopoderoso me ha afligido? 22 Así volvió Noemí, y Rut la moabita su nuera con ella; volvió de los campos de Moab, y llegaron a Belén al comienzo de la siega de la cebada. Rut 1.

*Qué lecciones podemos sacar de este primer capítulo. Creo que muchas. Es verdad que siempre deberíamos interpretar de acuerdo a la idea original del autor. O sea que quiso decir y enseñar. 
Pero hay libertad para poder aplicarlo como una enseñanza moral, como dicen los maestros cuando enseñan con refranes: 
¿Cuál es la moraleja?

CUANDO veo a los emigrantes cerca. La gran excusa que dicen es: 
“Es que, en mi país, hay mucha crisis” 
llevando esa excusa a Elimelec (mi Dios es rey). El hizo lo mismo, por la hambruna, se fue de Belen (Casa de pan), se fue a Moab. Un enemigo del pueblo de Dios. Un pueblo idolatra con su dios QUEMOS. Que para ganar su gracia era necesario sacrificar niños. 

Excusa que no es real totalmente. 
Si fuera en extremo la hambruna. ¿Porque todo Israel no emigró? Entonces había otras alternativas que tomaron los otros ante esa crisis nacional. De quedarse en su pueblo y luchar. 

RECUERDA: “Nunca, para el hijo de Dios. Hay completa necesidad. Siempre tienes algo. Y con ese algo el resto de Israel se quedó con su pueblo; en su pueblo, mientras llegaba las lluvias”. 
Su falta de fe, le costó, pérdidas materiales, de su vida y la de sus dos únicos hijos. Dejando a una anciana sola. 

Nunca es buena inversión; dejar los caminos de Dios. Porque perdemos más de lo que ganamos. Como dice el cantico: “El mejor lugar del mundo; es estar junto a Jesús”

Pero gracias a Dios, que vela siempre por sus hijos. Proveyó en Rut a una protectora, sustentadora y compañera. A pesar de la negativa de Noemi, en que le acompañara. Ella persistió. 
Rut, vio en Noemí algo que le hizo despreciar su futuro en Moab, junto a los suyos; Y viajar a una tierra extraña. 
Quien haría eso. ¡Pocos! 

Éste mundo aún existe, porque hay mucha gente de bien, que no mira su interés personal y piensa en los demás primero.

Noemí (Dulce), llega a Belén. Cargada de amargura y frustración por las pérdidas de su esposo e hijos. Pero Dios le tenía preparado una sorpresa feliz al final. Que hermoso así también, nuestro Dios no preparará algo hermoso al final; una tierra nueva en que hará nueva las cosas. 

Jesús dijo: “En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” Juan 16:33. 
Las promesas de Dios. Son solo para los vencedores. Dios nos ayude a confiar en sus promesas, y nos dé el poder de su Espíritu para vencer. 
¡Y vivamos pensando más en sus bendiciones que en las dificultades! Amen. Ministerio Hno. Pio

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