miércoles, 17 de julio de 2019

127. LA REFORMA DE GEDEÓN.


25 Aquella misma noche el SEÑOR le dijo: «Toma un toro del rebaño de tu padre; el segundo, el que tiene siete años.[b] Derriba el altar que tu padre ha dedicado a Baal, y el poste con la imagen de la diosa Aserá que está junto a él. 26 Luego, sobre la cima de este lugar de refugio, construye un altar apropiado[c] para el SEÑOR tu Dios. Toma entonces la leña del poste de Aserá que cortaste, y ofrece el segundo toro[d] como un holocausto». 

27 Gedeón llevó a diez de sus siervos e hizo lo que el SEÑOR le había ordenado. Pero en lugar de hacerlo de día lo hizo de noche, pues tenía miedo de su familia y de los hombres de la ciudad. 28 Cuando los hombres de la ciudad se levantaron por la mañana, vieron que el altar de Baal estaba destruido, que el poste con la imagen de la diosa Aserá estaba cortado, y que el segundo toro había sido sacrificado sobre el altar recién construido. 

29 Entonces se preguntaban el uno al otro: «¿Quién habrá hecho esto?» Luego de investigar cuidadosamente, llegaron a la conclusión: «Gedeón hijo de Joás lo hizo». 30 Entonces los 
hombres de la ciudad le exigieron a Joás:
—Saca a tu hijo, pues debe morir, porque destruyó el altar de Baal y derribó la imagen de Aserá que estaba junto a él. 

31 Pero Joás le respondió a todos los que lo amenazaban:
—¿Acaso van ustedes a defender a Baal? ¿Creen que lo van a salvar? ¡Cualquiera que defienda a Baal, que muera antes del amanecer! Si de veras Baal es un dios, debe poder defenderse de quien destruya su altar. 32 Por eso aquel día llamaron a Gedeón «Yerubaal»,[e] diciendo: «Que Baal se defienda contra él», porque él destruyó su altar. Jueces 6:25-32

EL PADRE DE GEDEÓN, Joas, quien participaba de la apostasía de sus conciudadanos, había erigido en Ofra, donde moraba, un gran altar dedicado a Baal, y ante él adoraba la gente del pueblo.  Gedeón recibió orden de destruir este altar, y de erigir otra a Jehová, sobre la roca en la cual el sacrificio había sido consumido, 
para presentar allí un sacrificio al Señor.
El ofrecimiento de sacrificios a Dios había sido encomendado solamente a los sacerdotes, y debía limitarse al altar de Silo; pero 

Aquel que había establecido el servicio ritual, y a quien señalaban todos estos sacrificios, tenía poder para cambiar sus requerimientos.

La liberación de Israel debía ser precedida por una solemne protesta contra el culto a Baal.  GEDEÓN DEBÍA DECLARAR LA GUERRA A LA IDOLATRÍA, antes de salir a batallar con los enemigos de su pueblo.

La orden divina se ejecutó fielmente.  Sabiendo que encontraría resistencia si intentaba hacerlo públicamente, Gedeón realizó su obra en secreto y con la ayuda de sus siervos la completó en una noche.
Grande fue la ira de las habitantes de Ofra cuando llegaron a la siguiente mañana para rendir culto a Baal.  Habrían quitado la vida a Gedeón. Si Joas, a quien se le había contado lo de la visión del ángel, no hubiese salido en defensa de su hijo.  
"¿Tomaréis vosotros la demanda por Baal? -dijo Joás-
 ¿le salvaréis vosotros?
Cualquiera que tomare la demanda por él, que muera mañana.  Si es Dios, contienda por sí mismo con el que derribó su altar." Si Baal no había podido defender su propio altar, ¿cómo podía creerse que protegería a sus adoradores? HPP

*PERO EN LUGAR DE HACERLO DE DÍA 
LO HIZO DE NOCHE
Gedeón era tan prudente como enérgico.  Escogió realizar esta hazaña de noche, no porque fuese cobarde, sino porque temía que no pudiera completar la tarea si intentaba realizarla de día.  Durante el día se habría levantado inevitablemente una voz de protesta seguida de una contienda.  Esto habría aterrorizado a los indecisos.  Un hecho consumado impresiona y da ánimo.  Su tarea consistía no sólo en derribar el altar de Baal, que bien puede haber sido muy sólido, sino también en levantar un altar ordenado y digno para el Señor sobre la peña donde había sido consumado el sacrificio.  Esta tarea bien pudo haber llevado la mayor parte de la noche.
Si bien Gedeón actuó con cautela, no permitió que la prudencia le impidiera hacer la voluntad de Dios, aunque sabía que las consecuencias podrían ser desastrosas para él.  En este sentido Gedeón es ejemplo para muchos 344 que hoy día permiten que el temor a los hombres les impida ser osados en la obra de Dios.

Y SE DIJERON UNOS A OTROS: 
¿QUIÉN HA HECHO ESTO? 
No se sabe quién reveló el secreto.  Era natural que las sospechas recayeran sobre Gedeón, cuya inclinación al verdadero culto de Dios puede haberse conocido bien.

SACA A TU HIJO PARA QUE MUERA
Resulta difícil entender cómo pudieron los israelitas ser tan adictos al culto a Baal, hasta el punto de estar dispuestos a matar a un compatriota que valientemente había destruido dicho altar y en su lugar había levantado un altar al Señor.  El altar de Baal pertenecía al padre de Gedeón (vers. 25), y sin embargo los hombres de la aldea se sintieron libres para juzgarlo por el insulto que se había hecho a esa deidad pagana.  Insistieron en que el padre mismo les entregara a Gedeón para que pudieran matarlo, sin por ello incurrir en una riña de muerte entre familias.

¿CONTENDERÉIS VOSOTROS POR BAAL? 
¿DEFENDERÉIS SU CAUSA? 
El padre de Gedeón, que sabía de la visita del ángel (PP 590), había cobrado valor por la atrevida acción de su hijo.  En ese momento se puso intrépidamente de parte de Gedeón.  Razonó, poco más o menos, con la airada multitud: "Si Baal es verdaderamente dios, él puede defenderse a sí mismo. ¿Por qué necesitan Uds., pobres aldeanos, defender a Baal?  Lo han adorado como señor del cielo. ¿No es capaz de cuidarse a sí mismo?  Al defenderlo, muestran que Baal no tiene poder alguno; así que, siguiendo su razonamiento, son Uds. los que deben morir.  

Y respecto a mi hijo, que destruyó el altar de Baal, concédanle a Baal un poco de tiempo para que se vengue él mismo".  Con este razonamiento, el padre de Gedeón convenció a los hombres a que esperaran para ver lo que haría Baal.  Sabía que, en esta clase de tumultos populares, las intensas emociones se calmarían un poco y la oposición se desvanecería si se lograba que transcurriera algún tiempo.  Quizá estaba plenamente convencido de que Baal era impotente para dañar a su hijo.  Su estratagema dio resultado.  El sentimiento pupular, tan cambiante, pronto estuvo de parte de Gedeón.  Este fue vindicado y aceptado como caudillo en Manasés.

AQUEL DÍA GEDEÓN FUE LLAMADO JEROBAAL
Literalmente, "pelee Baal", o "que Baal sea adversario" (ver cap. 7: 1).  El nombre era un permanente reproche y desafío al culto de Baal, porque la vida y la prosperidad de Gedeón fueron de allí en adelante un testimonio diario de la impotencia de ese dios pagano para vengarse.  Demostró que el temor a Baal no tenía fundamento.  Un escritor posterior lo llama Yerubbésheth, o sea, "que contienda la vergüenza" (2 Sam. 11: 21). 
2 CBA

Todo aquel que ve la luz de la verdad, no puede ser el mismo. 
Y Gedeón hizo la reforma, empezando primero por su casa.
 Y luego todo Israel. 

¿Qué ídolos tienes en casa? 
Es tiempo de destruirlos y levantar un altar al Dios verdadero.
 “Hijitos, guardaos de los ídolos”. Amén. 1 Juan 5:21.

Un ídolo es más que una estatua y escultura. 
Es mis hábitos de vida que se anteponen a los frutos del espíritu. 
Son las obras de la carne. Gal. 5:16-25.
“Y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu 
de Cristo, no es de él. 
Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, 
éstos son hijos de Dios”. Rom. 8:8,9,14. 
Ministerio Hno. Pio

No hay comentarios.:

Publicar un comentario