¿No es tiempo para que el pueblo
de Dios de hoy día pida ese colirio celestial que lo capacite para discernir
siempre con claridad las cualidades del verdadero liderazgo?
15 Y un día antes que Saúl viniese, Jehová había revelado al oído de
Samuel, diciendo: 16 Mañana a esta misma hora yo enviaré a ti un varón de la
tierra de Benjamín, al cual ungirás por príncipe sobre mi pueblo Israel, y
salvará a mi pueblo de mano de los filisteos; porque yo he mirado a mi pueblo,
por cuanto su clamor ha llegado hasta mí. 17 Y luego que Samuel vio a Saúl,
Jehová le dijo: He aquí éste es el varón del cual te hablé; éste gobernará a mi
pueblo. 1 Samuel 9.
RESUMEN 1
SAMUEL CAPÍTULO 9:1-27.
1 Saúl está afligido por no poder encontrar las asnos de su padre, 6 y por
consejo de su siervo, 11 y dirección de unas doncellas, 15 según la revelación
de Dios 18 se encuentra con Samuel. 19 Samuel hospeda a Saúl en la fiesta. 25
Samuel, después de darle una comunicación secreta, lo despide y sale con él.
*1 SAÚL, que "de los
hombros arriba aventajaba a todos" (BJ), tenía un porte regio que le
ganaba el favor de la multitud. ¿Qué mejor lección podía dar Dios a los que
deseaban ser como las naciones que los rodeaban que elegirles un rey que fuera
apreciado de acuerdo con las normas humanas? De igual modo los discípulos de
Jesús consideraron a Judas como un líder porque desconocían las tinieblas que
le envolvían el corazón.
¿No es tiempo para que el pueblo de Dios de hoy día pida ese colirio
celestial que lo capacite para discernir siempre con claridad las cualidades
del verdadero liderazgo?
3. Las asnas. Con frecuencia, ¡DE QUÉ INCIDENTES APARENTEMENTE BALADÍES depende el
destino de las razas y de los pueblos! Saúl partió para buscar las asnas
perdidas, sin soñar que le había llegado el día en que asumiría las
responsabilidades de un reino.
Los acontecimientos posteriores demostraron que estaba mal preparado para
la tarea a la cual lo llamó Dios.
Pocas personas están preparadas para un liderazgo tal. Moisés tampoco
estaba plenamente preparado para dirigir ni siquiera cuando se encontró con
Dios en la zarza ardiente. Pero el factor que anima cuando Dios llama a alguien
para dirigir, ES QUE ÉL TOMA A LOS HOMBRES TALES COMO LOS ENCUENTRA, con el
propósito de prepararlos mientras se ocupan de la obra. Todo lo que espera de
cualquier ser humano es que haga "justicia", ame "misericordia"
y se humille ante su "Dios" (Miq. 6: 8).
El pasaje dice literalmente: "Humillarse uno mismo para caminar con
Dios". Así lo hizo Pedro, pero Judas no; lo hizo David, pero no Saúl. SI ALGUIEN FRACASA, no es porque Dios
no pueda prepararlo, sino porque no se humilla para que Dios pueda exaltarlo a
su debido tiempo (1 Ped. 5: 6).
16 YO ENVIARÉ.
Esto da la razón del vers. 14. Un estudio cuidadoso de los versículos
precedentes indica que Saúl no estaba seguro de que fuera adecuado ir hasta el
vidente sin un presente, y que el siervo necesitó persuadirlo antes de que
consintiera en ir a la ciudad. Esto ilustra la conducción del Espíritu Santo,
que pone a los que están perplejos en relación con los que pueden ayudarlos. En
una forma similar la Providencia guió a Rut hasta el campo de Booz (Rut 2: 3) y
a Felipe hasta el eunuco que iba de Jerusalén a Etiopía (Hech. 8: 26-29). Es un
privilegio sagrado estar tan plenamente entregados a la dirección del Espíritu
Santo que él pueda guiarnos -así como guió a Samuel- hasta las almas que
necesitan nuestra ayuda.
¡Qué emoción debe haber experimentado Samuel al comprender que lo guiaba
Dios, a quien había servido fielmente por tantos años!
¿HAY ALGUNA RAZÓN para
que uno no pueda experimentar esa misma emoción hoy día, si se entrega a Dios
tan completamente como lo hizo Samuel? Los vers. 18 y 19 quizá son una explicación
detallada del vers. 14.
20. Se han hallado.
Samuel declaró que las asnas habían estado perdidas durante tres días,
literalmente "hoy, tres días". Antes de comunicarle a Saúl su elevada
vocación, Samuel hizo que se tranquilizara en cuanto a los propósitos prácticos
de su visita. Cristo siempre alivió las necesidades físicas de sus oyentes
tanto como sus anhelos espirituales. Precisamente, el que se interesara en el
bienestar físico de ellos influyó mucho para que escucharan mientras atendía
sus necesidades espirituales. De esa manera, la información de que las asnas se
habían encontrado influyó mucho para convencer a Saúl del origen divino del
mensaje de Samuel acerca del reino.
Lo que hay de codiciable en Israel. "Lo mejor de Israel" (BJ). AUNQUE ERA PROFETA Y JUEZ, Samuel
aceptó la determinación del Señor de acceder al anhelo de los israelitas. No expresó
ningún sentimiento de disgusto ni de celos al encontrarse con el joven que
debía asumir la responsabilidad de liberar a Israel de los filisteos (vers.
16). Por el contrario, prodigó a Saúl evidencias de honra y respeto (ver vers.
20-24).
Aquí Samuel demostró un verdadero espíritu de abnegación. Al igual que
Moisés, estaba ansioso de que el Espíritu del Señor descendiera sobre todos los
hombres (Núm. 11: 29). Cristo no consideró la igualdad con Dios el Padre como
una cosa a la cual aferrarse, sino que manifestó el verdadero principio de
desprendimiento, a fin de que los vencedores pudieran sentarse con él en su
trono (Apoc. 3: 21). De la misma manera, Samuel no sólo indicó que estaba
dispuesto a dar la responsabilidad a Saúl, sino que también haría todo lo que
estaba de su parte a fin de preparar al futuro rey para el desempeño de sus
deberes. 2 CBA
* SAÚL
Aunque en la profecía se había predicho que Israel tendría una forma
monárquica de gobierno, Dios se había reservado el derecho de escoger al
rey. Los hebreos respetaron la autoridad
de Dios lo suficiente para dejarle hacer la selección. La decisión recayó en Saúl, hijo de Cis, de
la tribu de Benjamín.
LAS CUALIDADES PERSONALES del futuro
monarca eran tales que halagaban el orgullo que había impulsado el corazón del
pueblo a desear un rey. "Entre los
hijos de Israel no había otro más hermoso que él." De porte noble y digno, en la flor de la
vida, bien parecido y alto, parecía nacido para mandar. Sin embargo, a pesar de estos atractivos
exteriores, Saúl carecía de las cualidades superiores que constituyen la
verdadera sabiduría. No había aprendido
en su juventud a dominar sus 660 pasiones impetuosas y temerarias; jamás había
sentido el poder renovador de la gracia divina.
Saúl era hijo de un jefe poderoso y opulento; sin embargo, de acuerdo con
la sencillez de la vida de aquel entonces, desempeñaba con su padre los
humildes deberes de un agricultor.
Habiéndose extraviado algunos animales de su padre, Saúl salió a
buscarlos con un criado. Los buscaron en
vano durante tres días, cuando, en vista de que no estaban lejos de Rama (véase
el Apéndice, nota 12), donde vivía Samuel, el siervo propuso que fueran a
consultar al profeta acerca del ganado perdido.
"He aquí se halla en mi mano la cuarta parte de un siclo de plata
-dijo,- esto daré al varón de Dios, porque nos declare nuestro
camino." Esto concordaba con las
costumbres de aquel tiempo. Al acercarse
alguien a una persona que le fuese superior en categoría o cargo, le ofrecía un
pequeño regalo, como testimonio de respeto.
Al aproximarse a la ciudad, encontraron a unas jóvenes que habían ido a
sacar agua, y les preguntaron por el vidente.
En contestación, ellas manifestaron que se iba a realizar un servicio
religioso, que el profeta ya había llegado, pues habría un sacrificio "en
el alto," y luego un festín de sacrificio.
Bajo la administración de Samuel se había producido un gran cambio. Cuando Dios le llamó por primera vez, los
servicios del santuario eran considerados con desdén. "Los hombres menospreciaban los
sacrificios de Jehová." (1 Sam. 2: 17.) Pero ahora se rendía culto a Dios
en todo el país, y el pueblo manifestaba vivo interés en los servicios
religiosos. Como no había servicio en el
tabernáculo, los sacrificios se ofrecían en ese entonces en otros sitios; y
para este fin se elegían las ciudades de los sacerdotes y de los levitas adonde
el pueblo iba para instruirse. Los puntos
más altos de estas ciudades se escogían generalmente como sitios de sacrificio,
y a esto se refería la expresión "en el alto."
En la puerta de la ciudad, Saúl se encontró con el profeta mismo. Dios le había revelado a Samuel que en esa
ocasión el 661 rey escogido para Israel se presentaría delante de él. Mientras estaban uno frente al otro, el Señor
le dijo a Samuel: "He aquí éste es el varón del cual te hablé; éste
señoreará a mi pueblo." A la petición
de Saúl: "Ruégote que me enseñes dónde está la casa del vidente,"
Samuel respondió: "Yo soy el vidente." Asegurándole también que los
animales perdidos habían sido encontrados, le exhortó a que se quedara y
asistiera al festín, al mismo tiempo que le hacía una insinuación acerca del
gran destino que le esperaba: "¿Por quién es todo el deseo de Israel, sino
por ti y por toda la casa de tu padre?"
Las palabras del profeta conmovieron el corazón del que le escuchaba. No podía menos que percibir algo de su
significado; pues la demanda por tener un rey había llegado a ser asunto de
interés absorbente para toda la nación. NO OBSTANTE, CON MODESTIA SAÚL CONTESTÓ: "¿No
soy yo hijo de Benjamín, de las más pequeñas tribus de Israel? Y mi familia ¿no es la más pequeña de todas
las familias de la tribu de Benjamín? ¿Por qué pues me has dicho cosa semejante?"
Samuel condujo al forastero al sitio de la asamblea, donde los hombres
principales de la ciudad se encontraban reunidos. Entre ellos, por orden del profeta, se le dio
a Saúl el sitio de honor, y en el festín se le dio la mejor porción. TERMINADOS LOS SERVICIOS, SAMUEL LLEVÓ A SU
HUÉSPED A SU CASA. Allí conversó con él
en la terraza y le presentó los grandes principios sobre los cuales se había
fundado el gobierno de Israel, y procuró así darle cierta preparación para su
elevado cargo. PP
EL
SEÑOR NO DEJÓ QUE SAÚL fuera colocado en una posición de responsabilidad sin la
iluminación divina. Iba a desempeñar nuevos deberes, y el Espíritu del Señor
vino sobre él. El resultado fue que se convirtió en un hombre nuevo. El Señor
dio a Saúl un nuevo espíritu, otros pensamientos, otras metas y deseos
distintos de los que había tenido previamente. Esta iluminación, con el
conocimiento espiritual de Dios, que lo colocaba en situación ventajosa, debía
sujetar su voluntad a la voluntad de Jehová.
(SDA Bible Commentary, tomo 2, pág.
1013).
Saúl
tenía mente e influencia capaces de gobernar un reino, si sus facultades
hubiesen estado sometidas al dominio de Dios, pero los mismos dones que lo
capacitaban para hacer el bien podían ser usados por Satanás al ser rendidos a
su poder, y le permitirían ejercer amplia influencia para el mal. [Saúl] podía
ser más cabalmente vengativo, perjudicial y decidido en perseguir sus designios
impíos que otros hombres, a causa de las superiores facultades mentales y
efectivas que le habían sido entregadas por Dios (SDA Bible Commentary, tomo 2,
pág. 1013).
Confiando
en su propia fuerza y juicio, Saúl actuaría impulsivamente, cometiendo graves
errores. Pero si permanecía humilde,
tratando constantemente de ser guiado por la sabiduría divina, y avanzando a
medida que la providencia de Dios abría el camino, podría cumplir los deberes
de su alto cargo con éxito y honor. Bajo la influencia de la gracia divina,
toda buena cualidad se hubiera fortalecido, mientras los rasgos malos progresivamente
hubieran perdido su poder. Esta es la obra que el Señor promete hacer por los
que se consagran a él.
(SDA Bible Commentary, tomo 2, págs. 1016, 1017). 150
·
SAÚL, tenía todo
el favor de Dios, para hacer una labor excelente. Pero le costaría un poco mas,
por el carácter no formado que tenía. Como era Acostumbre en Israel fue mal
criado en algunos aspectos por sus padres permisivos, en especial el dominio
propio.
·
Dominio que es
vital para desenvolvernos con éxito en todo. Porque tratar con personas o emprender
algún proyecto, se necesita dominio, control para continuar o detenerse, dependiendo
del caso.
·
Eso es el
producto que da, cuando vivimos
conforme a las reglas del mundo. “Buscando el placer por el placer”
Como dijo
la educadora Donna Habenicht:
“Lo más
importante en la educación de los niños,
no es hacerlos felices; sino
enseñarles dominio propio”
·
Israel venía con
esa tara hace siglos, dejando en ultimo lugar o en olvido total la formación de sus
hijos. Hoy no es diferente.
·
¿Si viéramos de
plano el futuro de nuestros hijos, cuanta dedicación le daríamos en la
formación del carácter?
Pero vivimos ciegos.
Ocupado o distraídos por los avatares
de la vida,
mientras que lo más importante queda olvidado,
y cuando despertamos
ya es tarde.
Hemos arruinado el futuro de los hijos que son encargo de Dios.
·
Así como a Saúl,
nuestros hijos pueden ser llamados
a ocupar puestos de gran altura. Y deben
estar preparados hoy.
Que Dios te dé la
sabiduría para saber educarlos. Y un día cuando sean llamados por el Señor,
estén listos y preparados para ocupar su lugar en su obra o sociedad. Amen.
Ministerio Hno. Pio
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