1 Samuel Capítulo 11.
NAHAS AMENAZA A LOS DE JABES DE
GALAAD.
1 DESPUES subió Nahas amonita, y acampó contra Jabes de Galaad. Y todos los de Jabes dijeron a Nahas: Haz
alianza con nosotros, y te serviremos.
2 Y Nahas amonita les respondió: Con esta condición haré alianza con
vosotros, que a cada uno de todos vosotros saque el ojo derecho, y ponga esta
afrenta sobre todo Israel.
3 Entonces los ancianos de Jabes le dijeron: Danos siete días, para que
enviemos mensajeros por todo el territorio de Israel; y si no hay nadie que nos
defienda, saldremos a ti.
*1. Nahas amonita.
El nombre Nahas es la palabra qtie
en hebreo significa "serpiente".
Abundaban los adornos en forma de serpientes en los templos paganos de
Palestina. A los hijos de Israel les
pareció conveniente preservar la serpiente de bronce después de lo que les pasó
con los reptiles venenosos en el desierto de Zin cuando salieron de Cades (Núm.
20: 1; 21: 59; cf. 2 Rey. 18: 4).
Viendo la importancia que se daba a
las serpientes en las religiones de todos sus vecinos, no mucho tiempo después
los israelitas también comenzaron a venerar la serpiente que pensaban que los
había salvado en el desierto (cf. Eze.
8: 7-12).
Posteriormente, en los días de
Ezequías, fue destruida la serpiente de bronce debido a ese culto (2 Rey. 18:
4). Puesto que los nombres personales
con frecuencia eran formados con los de diversas deidades, es evidente que a
Nahas se le dio un nombre que implicaba ciertas características de la
serpiente, tales como sabiduría, astucia y maña. 499
Jabes de Galaad.
Mejor "Yabés" (BJ). Hasta
hace algún tiempo, los eruditos creían que este pueblo estuvo en las colinas que
dominan el Wadi Y~bis (Jabes) a unos 11,5 km al este del río Jordán. Pero esta distancia habría sido demasiado
grande para que los hombres de Jabes de Galaad llevaran los cuerpos de Saúl y
de Jonatán la misma noche en que sacaron los cadáveres decapitados y empalados
de esos personajes del muro de la ciudad de Betseán (cap. 31: 11-13). El arqueólogo Nelson Glueck encontró varias
pruebas muy claras que lo llevaron a identificar a Jabes de Galaad con los
actuales montículos de Tell el-Meqbereh y Tell Abã Kharaz, que están a casi
tres kilometros al este del Jordán, y que dominan el río Yabis después de que
éste emerge de su profundo barranco en las colinas de Galaad y corre hacia el
oeste hasta unirse con el Jordán (The River Jordan [El río Jordán, págs. 159-167).
Esta ciudad había sido el hogar de las 400 doncellas cuyos padres fueron
muertos porque no participaron en la guerra civil contra Benjamín, y que fueron
dadas como esposas al residuo de esa tribu después de su extinción casi total
(Juec. 21: 8- 14).
Muchos años antes de Nahas, Israel había estado sometido a los amonitas
durante 18 años. Habría sido natural que
los amonitas, resentidos todavía por su derrota a manos de Jefté, hubieran
estado aguardando una oportunidad para recuperar el dominio de Galaad. Los gaditas y la media tribu de Manasés
disponían de fértiles tierras regadas por los ríos Jaboc, Yabis y Yarmuk. Debido a que por su ubicación elevada no se
veían afectados por el calor del desierto, sus viñedos y excelentes campos de
pastoreo provocaban la envidia de los moradores de los desiertos orientales. Jabes
de Galaad había resurgido de la ruina de días previos, pero probablemente sus
habitantes no habían olvidado el brutal castigo que sufrieron después del
asunto de Benjamín. Pero más fuerte que
la enemistad entre los hombres de Jabes de Galaad y sus propios parientes,
estaba el odio que sentían los amonitas contra todo Israel como resultado de la
derrota que les infligió Jefté.
2. Afrenta sobre todo Israel.
Indudablemente Nahas no sabía que Israel deseaba una cohesión más estrecha
de las tribus bajo el gobierno de un rey.
Si los hombres de Jabes de Galaad conocían el plan -y todas las tribus
estuvieron representadas cuando fue elegido Saúl en Mizpa (cap. 10: 17)-,
pareciera que le dieron poca importancia.
EL PROCEDER DE JABES DE GALAAD DA UNA IDEA DE LA DESORGANIZACIÓN DE LA
NACIÓN, no tanto debido a que necesitaba un rey sino porque había rechazado el
plan del Señor.
El egoísmo había aumentado hasta el punto de que cualquier solución
ofrecida por Dios no iba a resultar aceptable para la nación en su conjunto
(ver cap. 10: 27). Nahas no tenía una
INQUINA especial contra los ancianos de Jabes más que contra el resto de
Israel. Su propósito era demostrar su
desprecio por todos los israelitas lesionando a algunos de ellos. De la misma manera el adversario de las almas
provoca sufrimientos a alguna alma perdida, y luego se las ingenia para que
sean despreciadas las huestes de los cielos pretendiendo que ese castigo es el
resultado natural de servir a Dios.
3. Enviemos mensajeros.
Parecería que desde que Israel estuvo sometido a servidumbre por los
amonitas, Jabes había tenido poca relación aun con las tribus cercanas, tales
como Isacar, Efraín y Benjamín. La
ciudad no estaba a más de unos 50 km de Silo, y el ministerio de Samuel parece
haber estado limitado mayormente a Efraín, Benjamín y Judá. ¿Podría haber sido
que los hombres de Jabes de Galaad por tanto tiempo habían fomentado su inquina
contra las otras tribus que no sabían que Samuel era juez? Hasta parece que nada sabían del nombramiento
de Saúl. Quizá no habían tomado parte en
la campaña contra los filisteos; más bien se habían incluido sin estar dispuestos
a participar de sus responsabilidades tribales.
Ni siquiera estaban seguros de que las tribus darían alguna respuesta a
su súplica. EN SU AGUDA DESESPERACIÓN
virtualmente reconocieron sus faltas y se entregaron a la misericordia de sus
compatriotas israelitas, a quienes habían desatendido en lo pasado.
“Siempre se necesita de la gente, mientras estemos vivos, decía mi Madre”
LOS DE JABES DE GALAAD ENVÍAN
MENSAJEROS Y SON LIBRADOS POR SAÚL.
4 Llegando los mensajeros a Gabaa de Saúl, dijeron estas palabras en oídos
del pueblo; y todo el pueblo alzó su voz y lloró.
5 Y he aquí Saúl que venía del campo, tras los bueyes; y dijo Saúl: ¿Qué
tiene el pueblo, que llora? Y le
contaron las palabras de los hombres de Jabes.
6 Al oír Saúl estas palabras, el Espíritu de Dios vino sobre él con poder; y él
se encendió en ira en gran manera.
7 Y tomando un par de bueyes, los cortó en trozos y los envió por todo el
territorio de Israel por medio de mensajeros, diciendo: Así se hará con los
bueyes del que no saliere en pos de Saúl y en pos de Samuel. Y cayó temor de Jehová sobre el pueblo, y
salieron como un solo hombre.
8 Y los contó en Bezec; y fueron los hijos de Israel trescientos mil, y
treinta mil los hombres de Judá.
9 Y respondieron a Ios mensajeros que habían venido: Así diréis a los de
Jabes de Galaad: Mañana al calentar el sol, seréis librados. Y vinieron los mensajeros y lo anunciaron a
los de Jabes, los cuales se alegraron.
10 Y los de Jabes dijeron a los enemigos: Mañana saldremos a vosotros, para
que hagáis con nosotros todo lo que bien os pareciere.
11 Aconteció que al día siguiente dispuso Saúl al pueblo en tres compañías,
y entraron en medio del campamento a la vigilia de la mañana, e hirieron a los
amonitas hasta que el día calentó; y los que quedaron fueron dispersos, de tal
manera que no quedaron dos de ellos juntos.
*5. Tras los bueyes.
Es evidente que Saúl había estado arando y regresaba con sus bueyes al
anochecer. Josefo piensa que esto sucedió por lo menos un mes después de su
nombramiento (Antigüedades vi. 5. 1).
PUESTO QUE SU ELECCIÓN NO RESULTÓ AGRADABLE PARA MUCHOS, es indudable
que volvió a su hogar para esperar las instrucciones del profeta que lo había
ungido.
¿Qué habría sucedido si Nahas
hubiera sitiado a Jabes antes de que Saúl fuera constituido como rey? ¿Y podía
haber algo más esencial para el nuevo rey que tener la ocasión de demostrar lo
que valía, ante los descontentos que rehusaban reconocerlo como rey?
El hombre y el acontecimiento se complementaban mutuamente. No tenemos nada que temer, a menos que
olvidemos cómo ha guiado Dios a su pueblo en lo pasado. ESTA EXPERIENCIA asegura a cada humilde
cristiano que es imposible que se halle en una situación para la cual Dios ya
no haya provisto abundantes recursos.
6. Vino sobre él con poder.
Esta expresión es la misma que se emplea para describir la experiencia de
Saúl cuando volvía a su casa después de su ungimiento (cap. 10: 6, 10).
Acerca del llamamiento de Gedeón, el registro dice literalmente que
"el Espíritu de Jehová se vistió con Gedeón" (Juec. 6: 34). Así como Josué recibió la instrucción de
acudir en ayuda de los gabaonitas -cuando los cinco reyes del sur de Canaán
procuraban castigarlos por haber celebrado un tratado con los hijos de Israel-
así también, sin tomar en cuenta el pasado, cuando Jabes necesitó ayuda ante el
ataque de un enemigo, el Espíritu de Dios demostró que ya estaba en marcha la
respuesta a su oración en procura de ayuda. ¡GRACIAS A DIOS porque tiene mil
formas para librarnos de cada dificultad que se nos presenta! ¡Alabado sea siempre nuestro Dios!
7. Un par de bueyes.
Quizá la misma yunta con que había estado arando. ¡CUÁN CERCANOS ESTÁN LOS
INSTRUMENTOS CON LOS QUE SIEMPRE DIOS DEMUESTRA SU PODER! Moisés no necesitó los caballos y carros de
Egipto. Su cayado de pastor se convirtió
en la "vara de Dios". Gedeón
no necesitó las lanzas de hierro indispensables para los filisteos. Fueron mejores unos pocos cántaros de arcilla
y unas teas.
SAÚL no pidió un equipo especial.
Sacrificando sus propios bueyes, convenció a Israel de su buena voluntad
para gastarse y ser gastado a favor del Señor.
Resultaron contagiosas su energía e ingeniosidad, "y cayó temor de
Jehová sobre el pueblo".
UNA VEZ MÁS DEMOSTRÓ LA REALIDAD DE QUE, regido por el Espíritu, sería
guiado para hacer lo correcto en el tiempo debido.
El yo fue completamente olvidado.
Las críticas de los "perversos", que probablemente habían
ocupado un lugar importante en el pensamiento de Saúl durante el último mes o
algo más, se desvanecieron en la insignificancia. BAJO ESE NUEVO PODER -extraño para él- Saúl
sintió que aumentaba su valor. Confiado
en el éxito, sin vacilar se puso del lado de Samuel para proporcionar
protección a una ciudad acosada.
8. Bezec.
Bezec, el lugar de reunión de los ejércitos de las diversas tribus, está a
unos 20,4 km al noreste de Siquem en el camino a Bet-seán, y a unos 16 km al
suroeste de Jabes de Galaad. No quedaba
demasiado lejos para las tribus del norte, pero está a unos 67,6 km al norte de
Jerusalén. De modo que resultaba
imposible que muchos de la tribu de Judá se reunieran allí dentro del tiempo
dado. Desde Bezec, a más de 300 m sobre
el nivel del mar, los ejércitos podían descender a lo largo del Wadi
el-Khashneh hasta el Jordán, que en ese punto está a cerca de 300 m bajo el
nivel del mar. Vadeando ese arroyo
podían llegar a la ciudad, a un par de kilómetros más hacia el este. Esta reunión de hombres armados pudo
realizarse dentro de un período de seis días, y marchando desde Bezec durante
la noche, Saúl pudo llegar a Jabes temprano por la mañana del séptimo día. A la mañana del sexto día el ejército con que
contaba Saúl resultó suficiente para asegurar a los ancianos de Jabes que
recibirían ayuda a tiempo.
11. A LA VIGILIA DE LA MAÑANA.
Entre los antiguos hebreos la noche estaba dividida en tres vigilias
militares. La primera vigilia se
menciona en Lam. 2: 19. Gedeón y sus
hombres cayeron sobre los madianitas "al principio de la guardia [vigilia]
de la medianoche" (Juec. 7: 19). En
ocasión de la tercera, o "vigilia de la mañana", fue cuando Moisés
extendió su vara y las aguas del mar Rojo, volviendo a su cauce, cubrieron a
los egipcios perseguidores (Exo. 14: 24-27).
Después de marchar toda la noche,
Saúl y sus tres divisiones cayeron sobre los desprevenidos amonitas durante la
vigilia de la mañana -justamente antes
del amanecer- y se riñó la batalla hasta
el mediodía. La derrota fue completa: no
quedaron dos enemigos juntos.
MUCHAS DE LAS LIBERACIONES PROVIDENCIALES DE DIOS se han producido en ese
momento del día. David puede haber
estado pensando en la liberación del mar Rojo cuando cantó: "Por la noche
durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría" (Sal. 30: 5). A semejanza de las palabras del guarda que
respondió: "La mañana viene, y después la noche" (Isa. 21: 12), LA
MAÑANA trajo gozo a los ancianos de Jabes, pero la noche fue de ruina para
Nahas y sus seguidores. La destrucción
que tramaba para los hombres de la ciudad sitiada se volvió 501 sobre su propia
cabeza y en medida doble.
FUE EN EL MOMENTO de la vigilia matutina cuando dijo el adversario de
Jacob: "Déjame, porque raya el alba" (Gén. 32: 26). El despuntar de un nuevo día trajo consigo
consuelo y seguridad. Fue en la vigilia
de la mañana (la cuarta vigilia, tal como se computaba en los días de los
romanos) cuando Jesús llegó hasta la barca zarandeada por la tormenta en el mar
de Galilea, y tranquilizó el corazón de los discípulos turbados con dudas en
cuanto a su mesianismo (ver com. Mat.
14: 25).
FUE EN LA VIGILIA de la mañana cuando el cielo envió el poderoso ángel con
fulmínea velocidad hasta la tumba que estaba fuera de las puertas de Jerusalén,
para que derribara la guardia de soldados y exclamara: "Hijo de Dios, sal
fuera; tu Padre te llama" (DTG 725, 726).
SAÚL NO SE DETUVO A PREGUNTAR por qué los ancianos de Jabes no respondieron
a la invitación de Samuel cuando se iba a nombrar un rey. No preguntó en cuanto a su pasado, cualquiera
que hubiera sido. Estaban en necesidad,
y el Espíritu Santo se posesionó de él para llevarles ayuda. DIOS SE INTERESA mucho más en nuestra
reacción después de que reconocemos los errores, que en los errores en sí. Por
su comportamiento posterior, los hombres de Jabes demostraron que habían
experimentado un genuino cambio de corazón (1 Crón. 10: 11, 12).
SAÚL ES CONFIRMADO Y HECHO REY PÚBLICAMENTE.
12 El pueblo entonces dijo a Samuel: ¿Quiénes son los que decían: ¿Ha de
reinar Saúl sobre nosotros? Dadnos esos
hombres, y los mataremos.
13 Y Saúl dijo: No morirá hoy ninguno, porque hoy Jehová ha dado salvación
en Israel.
14 Mas Samuel dijo al pueblo: Venid, vamos a Gilgal para que renovemos allí
el reino.
15 Y fue todo el pueblo a Gilgal, e invistieron allí a Saúl por rey delante
de Jehová en Gilgal. Y sacrificaron allí
ofrendas de paz delante de Jehová, y se alegraron mucho allí Saúl y todos los
de Israel. 1 Samuel 11.
*12. Dijo a Samuel.
Esto, junto con la declaración de Saúl del vers. 7, indica que el profeta
fue con Saúl por lo menos hasta Bezec y ayudó en la planificación de la
campaña. Quizá los ejércitos volvieron a
Bezec antes de disgregarse, muy alborozados por su victoria y listos para
castigar a cualquiera que se hubiera opuesto al ungimiento de Saúl. SU PROCEDER como militar, manifestado durante
esos pocos días, fue para ellos una confirmación mayor de su título que su
elección por sorteo (cap. 10: 19-21) o cuando lo ungió Samuel (cap. 10: 1).
13. Y SAÚL DIJO.
Sin esperar la respuesta de Samuel, Saúl dio otra prueba de que se había
transformado en otro hombre cuando dijo que la victoria era de Jehová, y que no
debía matarse a nadie. Si debido a
acontecimientos recientes un enemigo podía transformarse en un amigo, sería
mayor la ventaja que si era muerto.
EXACTAMENTE EL MISMO ESPÍRITU QUE
HABLÓ MEDIANTE SAÚL FUE EL QUE HABLÓ MEDIANTE CRISTO, en su Sermón del Monte,
cuando dijo: "Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen,
haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os
persiguen"
(Mat. 5: 44).
(Mat. 5: 44).
15. Gilgal.
Allí estuvo el cuartel general de Israel durante todo el período de seis
años de guerra por la posesión de Palestina, pero una vez que fue sometido el
país, el tabernáculo fue trasladado a Silo (Jos. 18: 1). Sin embargo, todavía se consideraba a Gilgal
como el lugar más sagrado. Samuel lo
visitaba en su gira anual (1 Sam. 7: 16).
Era un sitio especialmente frecuentado para ofrecer sacrificios (cap.
13: 8; 15: 21; etc.). Es evidente que más tarde se convirtió en un centro de
idolatría (ver pág. 848).
EN ESTE LUGAR, tan saturado con los recuerdos del milagroso proceder de
Dios, Samuel convocó a los hijos de Israel para renovar el reino. Sin duda, allí volvió a recordarles el
amoroso cuidado y la paciente longanimidad de un Padre celestial durante los
siglos pasados. Habría sido mucho mejor
si hubieran estado satisfechos con el plan de gobierno original de Dios; pero,
ya que deseaban un reino, Dios prometió conceder su Espíritu al nuevo rey como
lo había hecho con los jueces.
Aunque lo habían rechazado, tenían un abundante testimonio de que Dios
todavía estaría con ellos. Al establecer
una monarquía hereditaria, los israelitas estaban abriendo las puertas a muchos
problemas y peligros que no habrían encontrado si hubieran estado regidos por
los jueces. Pero por medio de Samuel
Dios afirmó su amor y afecto eternos, y prometió rodearlos con la misma solícita
protección de que habían disfrutado en los siglos pasados. 2 CBA
GUERRA CON AMÓN
Así las cosas, Saúl no juzgó conveniente asumir la dignidad real. Dejando a Samuel la administración del
gobierno como antes, regresó él a Gabaa.
Lo escoltó allá con honores un grupo de hombres que, viendo en él al
hombre escogido divinamente, estaban resueltos a sostenerlo. Pero él no hizo esfuerzo alguno por apoyar
con la fuerza su derecho al trono. En su
casa de las alturas de Benjamín, desempeñaba pacíficamente sus deberes de
agricultor, dejando enteramente a Dios el afianzamiento de su autoridad.
Poco después del nombramiento de Saúl, los amonitas, bajo su rey Naas,
invadieron el territorio de las tribus establecidas al este del Jordán, y
amenazaron la ciudad de Jabes de Galaad.
Los habitantes de esa región trataron de llegar a un entendimiento de
paz ofreciéndoles a los amonitas hacerse tributarios de ellos. A esto el rey cruel no quiso acceder a menos
que fuese bajo la condición de que les sacara el ojo derecho a cada uno de
ellos, como testimonio permanente de su poder.
Los habitantes de la ciudad sitiada suplicaron que se les diera una tregua
de siete días.
Los amonitas accedieron a esta solicitud, creyendo que con esto
engrandecerían más el honor de su esperado triunfo. En seguida los de Jabes enviaron mensajeros
para pedir auxilio a las tribus del oeste del Jordán. Así llegaron a Gabaa las noticias que
despertaban terror por todas partes.
POR LA NOCHE, al regresar Saúl de seguir los bueyes en el campo, oyó
ruidosas lamentaciones indicadoras de una gran 665 calamidad. Dijo entonces:
"¿Qué tiene el pueblo, que lloran?" Cuando se le contó la vergonzosa
historia, se despertaron todas sus facultades latentes. "El espíritu de Dios arrebató a Saúl, .
. .y tomando un par de bueyes, cortólos en piezas, y enviólas por todos los
términos de Israel por mano de mensajeros, diciendo: Cualquiera que no saliere en
pos de Saúl y en pos de Samuel, así será hecho a sus bueyes."
Trescientos treinta mil hombres se congregaron en la llanura de Bezec, bajo
las órdenes de Saúl. Inmediatamente se mandaron mensajeros a los habitantes de
la ciudad sitiada, con la promesa de que podrían esperar auxilio al día
siguiente, el mismo día en el cual habían de someterse a los amonitas. Gracias a una rápida marcha nocturna, Saúl y
su ejército cruzaron el Jordán, y llegaron a Jabes, "a la vela de la
mañana." Dividiendo, como Gedeón, sus fuerzas en tres compañías, cayo
sobre el campo de los amonitas aquella madrugada, en el momento en que, por no
sospechar ningún peligro, estaban menos en guardia. En el pánico que siguió al ataque, fueron
derrotados completamente y hubo una gran matanza. "Y los que quedaron fueron dispersos, tal
que no quedaron dos de ellos juntos."
La celeridad y el valor de Saúl, así como el don de mando que reveló en la
feliz dirección de tan grande ejército, eran cualidades que el pueblo de Israel
había deseado en su monarca, para poder hacer frente a las otras naciones.
Ahora le saludaron como su rey, ATRIBUYENDO EL HONOR DE LA VICTORIA A LOS INSTRUMENTOS HUMANOS y olvidándose
de que sin la bendición especial de Dios todos sus esfuerzos hubieran sido en
vano.
EN EL CALOR DE SU ENTUSIASMO, algunos propusieron que se diera muerte a los
que al principio había rehusado reconocer la autoridad de Saúl. Pero el rey intervino diciendo: "No
morirá hoy ninguno, porque hoy ha obrado Jehová salud en Israel."
Con esto dio Saúl testimonio del cambio realizado en su carácter. En vez de atribuirse el honor, dio a Dios
toda 666 la gloria. En vez de manifestar
un deseo de venganza, mostró un espíritu de compasión y perdón. Este es un testimonio inequívoco de que la
gracia de Dios mora en el corazón.
Samuel propuso entonces que se convocara una asamblea nacional en Gilgal,
para que el reino fuese públicamente confiado a Saúl. Se hizo así; "y sacrificaron allí
víctimas pacíficas delante de Jehová; y alegráronse mucho allí Saúl y todos los
de Israel."
GILGAL había sido el
sitio donde Israel había acampado por primera vez en la tierra prometida.
ALLÍ fue donde Josué, por indicación divina, erigió la columna de doce
piedras para conmemorar el cruce milagroso del Jordán.
ALLÍ se había reanudado la práctica de la circuncisión.
ALLÍ se había celebrado la primera pascua después del pecado de Cades y la
peregrinación en el desierto.
ALLÍ cesó el suministro del maná.
ALLÍ el Capitán de la hueste de Jehová se había revelado como comandante en
jefe de los ejércitos de Israel. De ese
sitio habían salido para conquistar a Jericó y a Hai.
ALLÍ Acán recibió el castigo de su
pecado, y se hizo con los gabaonitas aquel tratado que castigó la negligencia
de Israel en cuanto a pedir consejo a Dios.
PP EGW
* Si todos fuéramos usados por su Espíritu, que diferente seria el mundo.
En la iglesia, en la familia. No habría problemas, todos hablaríamos lo
necesario y para edificación.
Saúl mostró una disposición de perdón y de pacificador. Después de la
victoria. ¡Hasta ahí todo bien!
Esta historia continuará... Ministerio Hno. Pio
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