“La honradez, integridad y fe de Jonatán eran
cualidades sumamente necesarias en esa hora de la historia de Israel”. “Jonatán fue tan cuidadoso en
prestar atención a la orden de Dios como descuidado su padre”.
JONATÁN DESTRUYE MILAGROSAMENTE UNA GUARNICIÓN DE LOS FILISTEOS, SIN QUE LO
SEPA SU PADRE, EL SACERDOTE NI EL PUEBLO.
1 ACONTECIÓ un día, que Jonatán hijo de Saúl dijo a su criado que le traía
las armas: Ven y pasemos a la guarnición de los filisteos, que está de aquel
lado. Y no lo hizo saber a su padre… 6 Dijo, pues, Jonatán a su paje de armas:
Ven, pasemos a la guarnición de estos incircuncisos; quizá haga algo Jehová por
nosotros, pues no es difícil para Jehová salvar con muchos o con pocos… 8 Dijo
entonces Jonatán:
Vamos a pasar a esos hombres, y nos mostraremos a ellos.
Vamos a pasar a esos hombres, y nos mostraremos a ellos.
9 Si nos dijeren así: Esperad hasta que lleguemos a vosotros,
entonces nos estaremos en nuestro lugar, y no subiremos a ellos.
entonces nos estaremos en nuestro lugar, y no subiremos a ellos.
10 Mas si nos dijeren así: Subid a nosotros, entonces subiremos,
porque Jehová los ha entregado en nuestra mano; y esto nos será por señal…
1Samuel 14.
porque Jehová los ha entregado en nuestra mano; y esto nos será por señal…
1Samuel 14.
**1. EL SIGILO de Jonatán es una
clara evidencia de su fe en Dios a pesar del rechazo de Saúl en Gilgal. Lo que comúnmente se consideraría como una
temeridad se convierte en una poderosa prueba de la acción de la divina
providencia. El Señor usó cada prueba
material posible para convencer a un pueblo que ignoraba el amor que le tenía,
y que todas las cosas son posibles para quienes anhelan ser liberados del yugo
del pecado.
6. QUIZÁ HAGA ALGO JEHOVÁ POR
NOSOTROS.
Jonatán no dependía tanto de su
propia armadura como del poder ilimitado de Dios. Tan sólo usó lo que tenía a mano, y Dios
bendijo su humilde dependencia del cielo.
Aun cuando el rey se hubiera apartado del sendero de la obediencia, Dios
se proponía demostrar a todo Israel que LA SALVACIÓN es un asunto de ELECCIÓN Y
ACCIÓN INDIVIDUALES y no tanto un movimiento colectivo. Muy trágica habría sido la situación si Dios
hubiese rechazado a todo Israel cuando el rey eligió no obedecer.
10. Si nos dijeren.
Gedeón había pedido una señal
casi imposible, humanamente hablando, cuando rogó que cayera rocío sobre el
terreno pero no sobre el vellón (Juec. 6: 39).
Así también Jonatán convirtió la invitación del enemigo a
"subir" en la señal de que Dios combatiría por Israel. Escalar los muros perpendiculares del peñasco
del lado norte era 516 una proeza aparentemente imposible, de un modo especial
llevando armaduras. Se honra a Dios
cuando sus hijos esperan mucho de él e intentan grandes cosas para él.
13. Subió Jonatán.
Josefo piensa que fue al amanecer
cuando Jonatán y su escudero se aproximaron al reducto filisteo y que llegaron
a él cuando todavía dormían la mayoría de sus hombres (Antigüedades vi. 6.
2). El relato del cap. 14 confirma la
idea de que era temprano por la mañana (ver vers. 15, 16, 20, 23, 24-28, 30,
31, 45). No se dice si los dos
israelitas esperaron hasta la noche para escalar el peñasco o si tan sólo
necesitaron unos pocos minutos para hacerlo.
Es evidente que tomaron la fortaleza por sorpresa pues reinó la más
completa confusión en la guarnición filistea. 2 CBA
UN TERROR ENVIADO POR DIOS HACE
QUE LOS FILISTEOS SE MATEN UNOS A OTROS.
QUE LOS FILISTEOS SE MATEN UNOS A OTROS.
15 Y hubo pánico en el campamento
y por el campo, y entre toda la gente de la guarnición; y los que habían ido a
merodear, también ellos tuvieron pánico, y la tierra tembló; hubo, pues, gran
consternación…
18 Y Saúl dijo a Ahías: Trae el
arca de Dios. Porque el arca de Dios
estaba entonces con los hijos de Israel. 19 Pero aconteció que mientras aún
hablaba Saúl con el sacerdote, el alboroto que había en el campamento de los filisteos
aumentaba, e iba creciendo en gran manera.
Entonces dijo Saúl al sacerdote: Detén tu mano.…
23 Así salvó Jehová a Israel
aquel día. Y llegó la batalla hasta
Bet-avén. 1Samuel 14.
*15. HUBO, pues, gran
consternación.
Literalmente, "hubo un terror
de Dios ['elohim]" (BJ). La palabra
'elohim aquí se refiere a la intensidad del terremoto, y refleja el terror y la
confusión que prevalecieron. La palabra
'elohim se usa así ocasionalmente como un superlativo (ver com. Gén. 23: 6; 30: 8). Sin duda el movimiento sísmico fue un acto de
intervención divina (ver PP 675). Dios
se interpuso con frecuencia usando las fuerzas de la naturaleza, como en el mar
Rojo (Exo. 14: 21-28), en el valle de Ajalón (Jos. 10: 11-14), en Eben-ezer,
cuando los filisteos fueron vencidos (1 Sam. 7: 10), y en otras ocasiones.
19. Detén tu mano.
La impetuosidad de Saúl crecía
rápidamente. La manifiesta confusión del
campamento enemigo lo alborotó de tal manera que ni aun pudo esperar el consejo
del Señor. Durante días, él y sus
compañeros habían estado detenidos y habían oído informes de incursiones del
enemigo en los pueblos vecinos, y aunque no sabía la razón de la fuga de las
fuerzas que cruzaron el wadi, súbitamente dio la orden de atacar. SI SE HUBIERA DADO TIEMPO PARA BUSCAR LA
DIRECCIÓN DIVINA, probablemente habría evitado muchas de las dificultades que
tuvo que afrontar el ejército de Israel durante las horas siguientes, y su
victoria sobre el enemigo habría sido mucho más completa. ESTE FUE UN CASO EN EL QUE EL APRESURAMIENTO
OCASIONÓ PERJUICIOS. El tiempo que
dedicaba Jesús a la meditación y a la oración le permitió tener el juicio
sereno necesario para soportar con paciencia la prueba severa que le esperaba;
la noche de la lucha de Jacob con el ángel, cerca del Jaboc, le dio fuerza no
sólo para enfrentarse con Esaú sino para afrontar los años de las serias
dificultades que siguieron.
23. Salvó Jehová a Israel,
Aquí hay un notable ejemplo del
poder divino que coopera con el esfuerzo humano. Jonatán anhelaba que Israel
quedara libre de las incursiones de los filisteos. Los acontecimientos del día no permitían
dudar que su aspiración emanaba del Espíritu Santo. Jonatán vio el impulsivo
acceso de depresión que afligía a su padre, pero esto sólo lo inspiró a tener
mayor confianza en el Gobernante divino que había puesto a Saúl en el primer
lugar. Con cada paso que daba hacia
adelante, Jonatán sentía una oleada de poder -emanado de la fe- que lo
fortalecía para dar el siguiente. Aquel
día estaba comprobando que Jehová es un Dios fiel a su pacto, capaz de hacer
que redunde en su alabanza la ira del hombre.
¡Cuánto contienen estas palabras:
"Salvó Jehová a Israel"! La
fuerza agresiva y el valor del joven guerrero, la compañía y leal apoyo de su
escudero, el confiado descuido de los centinelas que estaban en el risco, la
sincronización exacta para el asalto, el pánico provocado por el ataque
sorpresivo, el terremoto, la derrota de una hueste confusa, la liberación de
los esclavos que, debido al estímulo de la hazaña de Jonatán, se sintieron
libres para volverse contra sus opresores, y el regreso de un rey y su
ejército, antes indeciblemente humillado por sus enemigos. Ahora todos parecían ansiosos de demostrar su
anhelo de completar la derrota del enemigo.
Bet-avén.
El nombre de Bet-avén quizá
signifique "la casa de ídolos" o "la casa de la
vacuidad". Se piensa que se refiere
a una localidad del distrito septentrional de Micmas y al este de Bet-el. La ruta principal de los filisteos estaba al
oeste, hacia su tierra natal, pero su confusión evidentemente fue tan grande
que huyeron en todas direcciones. 2 CBA
UN JURAMENTO APRESURADO DE SAÚL ENTORPECE LA VICTORIA.
24 Pero los hombres de Israel
fueron puestos en apuro aquel día; porque Saúl había juramentado al pueblo,
diciendo: Cualquiera que coma pan antes de caer la noche, antes que haya tomado
venganza de mis enemigos, sea maldito. Y
todo el pueblo no había probado pan… 27 Pero Jonatán no había oído cuando su
padre había juramentado al pueblo, y alargó la punta de una vara que traía en
su mano, y la mojó en un panal de miel, y llevó su mano a la boca; y fueron
aclarados sus ojos. 28 Entonces habló uno del pueblo, diciendo: Tu padre ha
hecho jurar solemnemente al pueblo, diciendo: Maldito sea el hombre que tome
hoy alimento. Y el pueblo desfallecía. 29 Respondió Jonatán: Mi padre ha
turbado el país. Ved ahora cómo han sido
aclarados mis ojos, por haber gustado un poco de esta miel.
30 ¿Cuánto más si el pueblo
hubiera comido libremente hoy del botín tomado de sus enemigos? ¿No se habría
hecho ahora mayor estrago entre los filisteos? 31 E hirieron aquel día a los
filisteos desde Micmas hasta Ajalón; pero el pueblo estaba muy cansado. 32 Y se
lanzó el pueblo sobre el botín, y tomaron ovejas y vacas y becerros, y los
degollaron en el suelo; y el pueblo los comió con sangre. 1Samuel 14.
* 24. Saúl había juramentado al
pueblo.
Evidentemente Saúl estaba
tratando de "quedar bien", porque ya no pensaba en que la victoria
fuera del Señor (ver cap. 11: 13), sino sólo en que él pudiera vengarse de sus
enemigos. Este es el segundo caso, en el
mismo día, cuando no buscó el consejo del Señor e impuso su propia voluntad al
pueblo, como lo había hecho antes con el sacerdote (cap. 14: 19). Quizá todavía estaba íntimamente dolido por
el reproche de Samuel en Gilgal. La
presencia del sacerdote Ahías (vers. 3) como consejero implica que el profeta
había vuelto a Ramá en vez de permanecer con Saúl en Gabaa (cap. 13: 15).
Jonatán fue tan cuidadoso en
prestar atención a la orden de Dios como descuidado su padre. La actitud de Jonatán probablemente obedecía,
en buena medida, a la influencia de Samuel.
Posiblemente un mensaje animador anterior de Samuel inspiraba a Jonatán
para que ahora se atreviera a realizar esta audaz hazaña. Así como Saúl había sido advertido de lo que
sucedería en Gilgal meses antes de que eso aconteciera (caps. 10: 8; 13: 8), un
mensaje similar de Samuel puede haber preparado al hijo de Saúl para que
realizara su parte en los sucesos de este día memorable. Sin que importe lo que eso hubiera sido,
Jonatán era humilde como su padre lo fue al principio, por lo que esperó la dirección
divina, la siguió y estuvo dispuesto a atribuir a Dios los resultados (cap. 14:
10, 12). La orden arbitraria y
apresurada de Saúl para que hubiera un día de ayuno contrasta muchísimo con la
fiel docilidad del pueblo ante las instrucciones recibidas, que no tomaban en
cuenta los deseos y las necesidades personales.
Parecía que Saúl había perdido
para siempre la humildad, y en su lugar aparecieron un falso celo, un orgullo
secreto y un abuso de autoridad que habían de madurar a través de los años
hasta llevarlo al suicidio. Como Judas,
Saúl anduvo bien por un tiempo. Si
hubiera muerto antes de convocar a Israel en Gilgal, habría sido considerado
como digno del lugar más encumbrado en la lista de honor real. Ahora había traicionado su sagrado
cometido. Sin embargo, se le permitió
que continuara viviendo para que pudiera ver el fruto del egoísmo y la
perversidad.
29. Mi padre ha turbado.
Al conocer la precipitada orden
de su padre, inmediatamente Jonatán reconoció la desventaja que eso imponía
sobre el ejército, y no vaciló en hacer saber al pueblo que no estaba de acuerdo
con tales restricciones. Esto es
interesantísimo en vista de las repetidas afirmaciones acerca del indudable
afecto que le tenían los soldados.
Puesto que Saúl había hecho jurar a los israelitas (vers. 28), ellos se
sentían personalmente atados por el juramento, en tanto que Jonatán -no
habiendo jurado nada-
no sentía ninguna obligación.
no sentía ninguna obligación.
El país. Es decir el pueblo (ver
vers. 25).
31. Desde Micmas hasta Ajalón.
Una distancia de 21 km sobre la
meseta montañosa de la Palestina central que descendía hasta la ondulada región
de la Sefela, a 305 m por debajo de Micmas, pasando por cañones como el Wadi
Selman. La principal carretera moderna
de Jerusalén a Lida pasa por el Wadi Selman después de bifurcarse del camino
que va al norte hacia Siquem, a 8 km al norte de Jerusalén. Una marcha común sobre un terreno tal, como
el que hay entre Micmas y Ajalón, se consideraba como una jornada
completa. El contexto implica que el
ataque de Jonatán se efectuó muy temprano por la mañana (ver com. vers.
13). Si fue así, Israel persiguió al
enemigo durante todo un día, deteniéndose apenas para recoger los despojos que
deben haber sido grandes en este caso.
Los filisteos habían reunido una gran cantidad de carros y caballos en
Micmas. A eso se añadían lanzas, escudos,
alimentos y otros diversos suministros que debe llevar un ejército. La proeza militar de los hombres de Saúl 518
habría sido una gran empresa para un ejército bien alimentado, y fue mucho
mayor para una muchedumbre mal alimentada de campesinos indisciplinados como
los que él dirigía. Esto debería haber
sido una lección para Saúl, que todavía estaba dolido por el reproche y que
sólo estaba celoso de su propia reputación.
Pero una vez que afirmó los pies en las arenas movedizas del orgullo,
cada intento débil e indeciso para zafarse tan sólo hacía que se hundiera más.
32. Se lanzó al pueblo sobre el
botín. Era de noche, y los israelitas
quedaron liberados de su voto (ver vers. 24).
En su hambre mataron tanto vacas como becerros, y en su apresuramiento
descuidaron la debida eliminación de la sangre (Lev. 17: 10-14). 2 CBA
JONATÁN ES SALVADO POR EL PUEBLO.
36 Y dijo Saúl: Descendamos de
noche contra los filisteos, y los saquearemos hasta la mañana, y no dejaremos
de ellos ninguno. Y ellos dijeron: Haz
lo que bien te pareciera. Dijo luego el
sacerdote: Acerquémonos aquí a Dios. 37 Y Saúl consultó a Dios: ¿Descenderé
tras los filisteos? ¿Los entregarás en mano de Israel? Mas Jehová no le dio respuesta aquel día. 38
Entonces dijo Saúl: Venid acá todos los principales del pueblo, y sabed y ved
en qué ha consistido este pecado hoy; 39 porque vive Jehová que salva a Israel,
que aunque fuere en Jonatán mi hijo, de seguro morirá. Y no hubo en todo el pueblo quien le
respondiese. 40 Dijo luego a todo Israel: Vosotros estaréis a un lado, y yo y
Jonatán mi hijo estaremos al otro lado.
Y el pueblo respondió a Saúl: Haz lo que bien te pareciera. 41 Entonces
dijo Saúl a Jehová Dios de Israel: Da suerte perfecta. Y la suerte cayó sobre Jonatán y Saúl, y el
pueblo salió libre. 42 Y Saúl dijo: Echad suertes entre mí y Jonatán mi
hijo. Y la suerte cayó sobre Jonatán. 43 Entonces Saúl dijo a Jonatán: Declárame lo
que has hecho. Y Jonatán se lo declaró y
dijo: Ciertamente gusté un poco de miel con la punta de la vara que traía en mi
mano; ¿y he de morir? 44 Y Saúl respondió: Así me haga Dios y aun me añada, que
sin duda morirás, Jonatán. 45 ENTONCES el pueblo dijo a Saúl: ¿Ha de morir
Jonatán, el que ha hecho esta grande salvación en Israel? No será así.
Vive Jehová, que no ha de caer un cabello de su cabeza en tierra, pues
que ha actuado hoy con Dios. Así el
pueblo libró de morir a Jonatán. 1Samuel 14.
*36. Acerquémonos aquí a Dios.
Comprendiendo que se le escapaba
una gran oportunidad, Saúl propuso que, habiendo comido, continuaran durante la
noche. Tales maniobras no eran
insólitas. Saúl había efectuado una
marcha nocturna desde Bezec hasta Jabes de Galaad para liberar esa ciudad del
poder de Nahas amonita (cap. 11: 11).
Gedeón siguió en gran medida la misma táctica en su campaña contra los
madianitas (Juec. 7: 19-23). El pueblo
fácilmente estuvo de acuerdo con la propuesta de Saúl, pero el sacerdote Ahías
sugirió que consultaran al Señor.
Evidentemente creía que el rey se había equivocado al no buscar el
consejo divino más temprano ese día (1 Sam. 14: 18, 19).
39. Aunque fuere en Jonatán.
¿Por qué no dijo Saúl:
"aunque fuere en el rey"? ¿Le había dicho alguien a Saúl que Jonatán
había probado alimento? EL SILENCIO DEL
SEÑOR SIGNIFICABA LA DESAPROBACIÓN DIVINA, y Saúl llegó a la conclusión de que
había pecado en el campamento. El pueblo
había demostrado su lealtad vez tras vez durante el día, y sin duda su propia
conciencia lo acusaba a Saúl. Pero quizá
para encubrir su sentimiento de culpabilidad, virtualmente acusó a su hijo, el
cual, bajo la dirección de Dios, había logrado una gran victoria. Así como en Gilgal había insinuado con
insistencia que la falta no era suya sino de Dios, también ahora insinuaba que
él, como rey, estaba libre de culpa.
Probablemente comprendía que el pueblo no era culpable. Por lo tanto, el único que podía estar en
pecado era su hijo. Así también los
dirigentes de los días de Cristo pensaban de ellos mismos que estaban por
encima de todo reproche, y votaron para que el gran Héroe de nuestra salvación
llevara la maldición por toda la nación.
Profundamente asombrados por la precipitada violencia de Saúl, los
hombres de Israel no le contestaron una palabra. Estando Dios callado y también el pueblo,
¿qué podía hacer Saúl sino echar suertes?
42. Cayó sobre Jonatán.
Una mente inquisitiva bien podría
preguntar: PUESTO QUE JONATÁN ERA INOCENTE Y SAÚL MUCHAS VECES HABÍA DADO
PRUEBAS CLARAS DE SU CULPABILIDAD, ¿por qué permitió Dios que la suerte cayera
sobre el primero y no sobre el segundo? Ciertamente, Dios no había aprobado los
juramentos de Saúl (vers. 24, 39), y con absoluta seguridad no estaba de
acuerdo con la ejecución de Jonatán después de haberlo dirigido tan
milagrosamente durante el día.
Pero así como en los días de
Cristo -permitiendo que fuera condenado el Inocente Dios puso de manifiesto el
mal proceder de los dirigentes de Israel- también al permitir que la suerte
cayera sobre el inocente Jonatán, en forma inequívoca DIOS PUSO DE MANIFIESTO
EL MAL PROCEDER DE SAÚL, que había comenzado su reinado 519 con toda humildad
pero que al buscar la justificación propia ya había perdido toda esperanza. A menos que algo extraordinario lo pudiera
sacudir haciéndolo SALIR DE SU ENGAÑO de que un rey no podía equivocarse, Saúl
pronto arruinaría su utilidad como dirigente.
43. ¿Y he de morir?
"Estoy dispuesto a
morir" (BJ). Jonatán podía justificar plenamente sus actos. Sin embargo, dijo la verdad y se sometió a
las órdenes del rey. ¿En qué mejor forma podría haber condenado a su padre por
desobedecer las órdenes del Rey de reyes?
Delante de Samuel, Saúl había justificado su proceder de franca
rebeldía, pero Jonatán había justificado su conducta de ese día sometiéndose al
juicio precipitado de su padre.
44. Sin duda morirás.
¡Con qué aparente facilidad Saúl
pronunció el veredicto! Mientras que
Jonatán reconoció su transgresión ceremonial -algo para lo cual hubiera sido
suficiente una ofrenda expiatorio-, SAÚL HABÍA COMETIDO UNA FALTA MORAL que
ahora quedaba públicamente demostrada por la dureza de la sentencia contra su
hijo. LA CONCIENCIA de Saúl lo condenaba
por haber obligado al pueblo a que se abstuviera de alimento, pero esperaba
ocultar su temor por la forma en que pronunció su juramento.
POR EL CONTRARIO, tan sólo logró condenarse a sí mismo.
POR EL CONTRARIO, tan sólo logró condenarse a sí mismo.
45. El pueblo libró de morir a
Jonatán.
El pueblo había obedecido con
fidelidad a Saúl todo el día. A pesar de
haberle oído dar las órdenes más irrazonables, había obedecido. Lo habían visto mantenerse firme frente a
minúsculas restricciones ceremoniales, pero consintieron. Lo habían visto resentirse por el silencio
del Urim* y del Tumim, Y SIN EMBARGO DEJARON QUE ECHARA SUERTES. El pueblo había visto cómo la suerte cayó
sobre Jonatán aunque sabía que era inocente.
Entonces los israelitas
recordaron las hazañas del héroe del día y cómo Dios les había dado la victoria
mediante el valor y la fe de Jonatán. EL
MISMO DIOS que había movido a Jonatán para que realizara su famosa hazaña,
AHORA INSPIRÓ al ejército para que clamara como un solo hombre: "No ha de
caer un cabello de su cabeza en tierra".
Jonatán aún debía cumplir un
papel dificilísimo, y nadie podía tocarlo hasta que terminara su obra. Sin tomar en cuenta la forma en que era
tratado, fue fiel a su padre. A veces
esa lealtad lo indujo a apaciguar la impulsividad de su progenitor y también a
luchar a su lado, lo que hizo hasta el mismo fin.
LA HONRADEZ, integridad y fe de Jonatán eran cualidades sumamente necesarias en esa hora de la historia de Israel. Ni siquiera Saúl podía quebrantar los límites fijados por el Espíritu Santo. 2 CBA
LA HONRADEZ, integridad y fe de Jonatán eran cualidades sumamente necesarias en esa hora de la historia de Israel. Ni siquiera Saúl podía quebrantar los límites fijados por el Espíritu Santo. 2 CBA
PODERÍO MILITAR DE SAÚL Y LA FAMILIA DEL REY.
47 Después de haber tomado
posesión del reinado de Israel, Saúl hizo guerra a todos sus enemigos en
derredor: contra Moab, contra los hijos de Amón, contra Edom, contra los reyes
de Soba, y contra los filisteos; y adondequiera que se volvía, era vencedor.
48 Y reunió un ejército y derrotó
a Amalec,
y libró a Israel de mano de los que lo saqueaban.
y libró a Israel de mano de los que lo saqueaban.
49 Y los hijos de Saúl fueron
Jonatán, Isúi y Malquisúa. Y los nombres
de sus dos hijas eran, el de la mayor, Merab, y el de la menor, Mical.
50 Y el nombre de la mujer de
Saúl era Ahinoam, hija de Ahimaas. Y el
nombre del general de su ejército era Abner, hijo de Ner tío de Saúl.
51 Porque Cis padre de Saúl, y
Ner padre de Abner, fueron hijos de Abiel.
52 Y hubo guerra encarnizada
contra los filisteos todo el tiempo de Saúl; y a todo el que Saúl veía que era
hombre esforzado y apto para combatir, lo juntaba consigo. 1 Samuel 14.
*En los últimos versículos de
este capítulo el énfasis se coloca sobre los progresos materiales del reino,
antes que sobre los espirituales. SAÚL
PARECÍA REGOCIJARSE con su genio militar.
EN VEZ DE PROTEGER los derechos de su pueblo, tomó la ofensiva contra
las naciones vecinas para acrecentar su propia reputación como rey. Imitó a otras naciones cuando podría haber
ofrecido al mundo un método de administración nuevo y más perfecto. 2 CBA
SAÚL MANDA TRAER EL ARCA
SAÚL HABÍA PERDIDO EL FAVOR DE
DIOS, y sin embargo no quería humillar su corazón con arrepentimiento. Lo que le faltaba en piedad verdadera, quería
suplirlo con su celo en las formas religiosas.
Saúl no desconocía la derrota sufrida por Israel cuando el arca de Dios
fue llevada al campamento por Ophni y Phinees; y a pesar de esto resolvió
mandar que trajeran el arca sagrada y al sacerdote que la atendía. Si por estos 674 medios lograba inspirar
confianza al pueblo, esperaba que podría reorganizar su ejército disperso, y
presentar batalla a los filisteos. YA NO
NECESITARÍA la presencia y el apoyo de Samuel, y así se libraría de la crítica
y los reproches del profeta.
EL ESPÍRITU SANTO había sido
otorgado a Saúl para iluminar su entendimiento y ablandar su corazón. Había recibido instrucciones fieles y
reproches sinceros del profeta de Dios.
Y, SIN EMBARGO, ¡cuánta perversidad manifestaba! La historia del primer
rey de Israel representa un triste ejemplo del poder de LOS MALOS HÁBITOS
ADQUIRIDOS durante la primera parte de la vida.
EN SU JUVENTUD Saúl no había
amado ni temido a Dios; y su espíritu impetuoso, que no había aprendido a
someterse en temprana edad, estaba siempre dispuesto a rebelarse contra la
autoridad divina. Los que en su juventud
manifiestan una sagrada consideración por la voluntad de Dios y cumplen
fielmente los deberes de su cargo, quedarán preparados para los servicios más
elevados de la otra vida.
Pero los hombres no pueden
pervertir durante años las facultades que Dios les ha dado y luego, cuando
decidan cambiar de conducta, encontrar estas facultades frescas y libres para
seguir un camino opuesto.
Los esfuerzos de Saúl para
despertar al pueblo resultaron fútiles.
Encontrando que sus fuerzas habían sido reducidas a seiscientos hombres,
se fue de Gilgal, y se retiró a la fortaleza de Gabaa, recién librada de
filisteos. Estaba este baluarte en el
borde meridional de un valle profundo y escarpado o desfiladero, a pocas millas
al norte de Jerusalén. Al norte del
mismo valle, en Michmas, acampaba el ejército filisteo, y salían destacamentos
en diferentes direcciones para saquear el país.
DIOS HABÍA PERMITIDO que las
cosas culminaran en esa crisis, para poder reprender la perversidad de Saúl y
enseñar al pueblo una lección de humildad y de fe.
A CAUSA DEL PECADO DE PRESUNCIÓN
cometido por Saúl al presentar su sacrificio, el Señor no quiso darle el honor
de vencer a los filisteos.
Jonatán, el hijo del rey, hombre
que temía al Señor, fue escogido como el instrumento que había de liberar a
Israel. Movido por un 675 impulso
divino, propuso a su escudero que hicieran un ataque secreto contra el
campamento del enemigo. "Quizá
-dijo él- hará Jehová por nosotros; que no es difícil a Jehová salvar con
multitud o con poco número."
El escudero, que también era
hombre de fe y oración, le alentó en su plan, y juntos se retiraron
secretamente del campamento, no fuese que sus propósitos encontraran
oposición. Después de orar con fervor al
Guía de sus padres, convinieron en una señal por medio de la cual determinarían
su modo de proceder. Luego, bajando a la
garganta que separaba los dos ejércitos, avanzaron en silencio, a la sombra de
la roca a pique, y parcialmente ocultados por los montículos del valle. Al aproximarse al fuerte filisteo, fueron
vistos por sus enemigos, QUIENES EXCLAMARON EN TONO INSULTANTE: "He aquí
los Hebreos, que salen de las cavernas en que se habían escondido," y los
desafiaron diciéndoles: "Subid a nosotros, y os haremos saber una
cosa," con lo cual querían decir que castigarían a los dos israelitas por
su atrevimiento. Este reto era la señal
que Jonatán y su compañero habían convenido en aceptar como testimonio de que
el Señor daría éxito a su empresa.
Desapareciendo entonces de la vista de los filisteos, y escogiendo un
sendero secreto y difícil, los guerreros se dirigieron a la cumbre de una peña
que había sido considerada inaccesible, y que no estaba muy resguardada. Penetraron así en el campamento del enemigo,
y mataron a los centinelas, que, abrumados por la sorpresa y el temor, no
ofrecieron resistencia alguna.
LOS ÁNGELES del cielo escudaron a
Jonatán y a su acompañante; pelearon a su lado, y los filisteos sucumbieron
delante de ellos. La tierra tembló como
si se aproximara una gran multitud de soldados a caballo y carros de
guerra. Jonatán reconoció las muestras
de ayuda divina, y hasta los filisteos comprendieron que Dios obraba por el
libramiento de Israel. UN GRAN TEMOR SE
APODERÓ DE LA HUESTE ENEMIGA, tanto en el campo de batalla como en la guarnición. En la confusión que siguió, tomando
equivocadamente a sus propios soldados como 676 enemigos,
los filisteos comenzaron a matarse mutuamente.
los filisteos comenzaron a matarse mutuamente.
PRONTO SE OYÓ en el campamento de
Israel el ruido de la batalla. Los
centinelas del rey le informaron que había una gran confusión entre los
filisteos, y que su número estaba disminuyendo.
Sin embargo, no había noticia de que alguna parte del ejército hebreo
hubiera salido del campamento. Al
inquirir sobre el asunto, se comprobó que nadie se había ausentado del campamento
excepto Jonatán y su escudero. Pero
viendo que los filisteos iban perdiendo, Saúl llevó su ejército a participar en
el asalto. Los desertores hebreos que se
habían pasado al enemigo se volvieron ahora contra él; gran número salió
también de sus escondites, y mientras los filisteos huían el ejército de Saúl
les infligió terribles estragos.
RESUELTO A APROVECHAR HASTA LO
SUMO SU VENTAJA, el rey prohibió precipitadamente a sus soldados que comieran
alimento alguno durante todo el día, y reforzó su mandamiento por esta solemne
IMPRECACIÓN: "Cualquiera que comiere pan hasta la tarde, hasta que haya
tomado venganza de mis enemigos, sea maldito." Ya se había ganado la victoria, sin el
conocimiento ni la cooperación de Saúl; pero él esperaba distinguirse mediante
la destrucción total del ejército derrotado.
LA ORDEN DE NO COMER FUE MOTIVADA POR UNA AMBICIÓN EGOÍSTA, y demostraba
que el rey era indiferente a las necesidades de su pueblo cuando ellas
contrariaban su deseo de ensalzamiento propio.
Y AL CONFIRMAR
ESTA PROHIBICIÓN MEDIANTE UN JURAMENTO SOLEMNE, DEMOSTRÓ SAÚL QUE ERA PROFANO A
LA VEZ QUE TEMERARIO.
Las palabras mismas de la maldición atestiguan que el celo de Saúl ERA EN FAVOR SUYO, Y NO PARA LA GLORIA DE DIOS. Declaró que su propósito no era "que el Señor fuese vengado de sus enemigos," sino "que haya tomado venganza de mis enemigos."
Las palabras mismas de la maldición atestiguan que el celo de Saúl ERA EN FAVOR SUYO, Y NO PARA LA GLORIA DE DIOS. Declaró que su propósito no era "que el Señor fuese vengado de sus enemigos," sino "que haya tomado venganza de mis enemigos."
La prohibición dio lugar a que el
pueblo violase el mandamiento de Dios.
Habían estado peleando todo el día, y se sentían débiles por falta de
alimento; y tan pronto como terminaron las horas abarcadas por la restricción,
cayeron sobre 677 el botín de guerra, y devoraron carne con sangre, violando
así la ley que prohibía comer sangre.
Durante la batalla, Jonatán, que
nada sabia del mandamiento del rey, lo violó inadvertidamente al comer un poco
de miel mientras pasaba por el bosque.
Saúl lo supo por la noche. Había
declarado que la violación de su edicto sería castigada con la muerte.
Aunque Jonatán no se había hecho
culpable de un pecado voluntario, a pesar de que Dios le había preservado la
vida milagrosamente y había obrado la liberación por medio de él, el rey
declaró que la sentencia debía ejecutarse.
PERDONAR la vida a su hijo habría
sido de parte de Saúl reconocer tácitamente que había pecado al hacer un voto
tan temerario. Habría humillado su
orgullo personal. "Así me haga Dios
-fue la terrible sentencia- y así me añada, que sin duda morirás,
Jonathán."
Saúl no podía atribuirse el honor
de la victoria, pero esperaba ser honrado por su celo en mantener la santidad
de su juramento. Aun a costa del
sacrificio de su hijo, quería grabar en la mente de sus súbditos el hecho de
que la autoridad real debía mantenerse.
Hacía poco que, en Gilgal, Saúl
había pretendido oficiar como sacerdote, contrariando el mandamiento de Dios.
CUANDO SAMUEL LE REPRENDIÓ, SE OBSTINÓ EN JUSTIFICARSE. Ahora que se había desobedecido a su propio
mandato, a pesar de que era un desacierto y había sido violado por ignorancia,
el rey y padre sentenció a muerte a su propio hijo.
El pueblo se negó a permitir que
la sentencia fuese ejecutada. Desafiando
la ira del rey, declaró: "¿Ha pues de morir Jonathán, el que ha hecho esta
salud grande en Israel? No será
así. Vive Jehová, que no ha de caer un
cabello de su cabeza en tierra, pues que ha obrado hoy con Dios." EL
ORGULLOSO monarca no se atrevió a menospreciar este veredicto unánime, y así se
salvó la vida de Jonatán.
Saúl no pudo menos de reconocer
que su hijo le era preferido tanto por el pueblo como por el Señor.
La salvación de Jonatán constituyó un reproche severo para la temeridad del 678 rey. PRESINTIÓ que sus maldiciones recaerían sobre su propia cabeza. No prosiguió ya la guerra contra los filisteos, sino que regresó a su pueblo, melancólico y descontento.
La salvación de Jonatán constituyó un reproche severo para la temeridad del 678 rey. PRESINTIÓ que sus maldiciones recaerían sobre su propia cabeza. No prosiguió ya la guerra contra los filisteos, sino que regresó a su pueblo, melancólico y descontento.
APLICACIÓN
LOS QUE ESTÁN más dispuestos a
excusarse o justificarse en el pecado son a menudo los más severos para juzgar
y condenar a los demás.
Muchos, como Saúl, atraen sobre sí el desagrado de Dios, pero rechazan los consejos y menosprecian las reprensiones. Aun cuando están convencidos de que el Señor no está con ellos, se niegan a ver en sí mismos la causa de su dificultad. Albergan un espíritu orgulloso y jactancioso, MIENTRAS SE ENTREGAN a juzgar y reconvenir cruel y severamente a otros que son mejores que ellos. Sería bueno que cuantos se constituyen en jueces meditasen en estas palabras de Cristo: "Con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados; y con la medida con que medís, os volverán a medir." (Mat. 7: 2.)
Muchos, como Saúl, atraen sobre sí el desagrado de Dios, pero rechazan los consejos y menosprecian las reprensiones. Aun cuando están convencidos de que el Señor no está con ellos, se niegan a ver en sí mismos la causa de su dificultad. Albergan un espíritu orgulloso y jactancioso, MIENTRAS SE ENTREGAN a juzgar y reconvenir cruel y severamente a otros que son mejores que ellos. Sería bueno que cuantos se constituyen en jueces meditasen en estas palabras de Cristo: "Con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados; y con la medida con que medís, os volverán a medir." (Mat. 7: 2.)
A menudo los que procuran
ensalzarse se ven puestos en situaciones que revelan su carácter. Así pasó en el caso de Saúl. Su conducta convenció al pueblo de que
apreciaba el honor y la autoridad reales más que la justicia, la misericordia o
la benevolencia. Así fue inducido a ver
el error que había cometido al rechazar la forma de gobierno que Dios le había
dado. El pueblo había renunciado al
profeta piadoso, cuyas oraciones habían traído grandes bendiciones, por un rey
que en su celo ciego había impetrado una maldición sobre ellos.
SI LOS HOMBRES de Israel no
hubieran intervenido para salvar la vida de Jonatán, su libertador habría
perecido por decreto del rey. ¡Con qué dudas y vacilaciones debe haber seguido
aquel pueblo desde entonces la dirección de Saúl! ¡Cuán amargo les habrá sido
pensar que había sido colocado en el trono por decisión de ellos mismos! El Señor soporta por mucho tiempo los
extravíos de los hombres, y a todos les otorga la oportunidad de ver y
abandonar sus pecados; pero aun cuando parecería que hace prosperar a los que
menosprecian su voluntad y pasan por alto sus advertencias, pondrá oportuna y
seguramente de manifiesto la insensatez de ellos. PP EGW
*SAÚL, tenía más en contra, que a
favor en lo que respecta a su carácter. y, aun así, fue llamado por Dios. Y así
darle al pueblo una lección y vean por experiencia propia, lo que pasa cuando
se mide la fe según los estándares del mundo. Donde se valora la fuerza, el
poder o la apariencia, como éxitos en la vida. Pero no se valora las virtudes y
valores reales como la amabilidad, lealtad, respeto, altruismo, compasión,
misericordia, solidaridad, amor, pureza, justicia…etc.
Mira los videos en las redes, las
que tienen más visitas son aquellos que presentan antivalores, como violencia,
memes o burlas, sátiras, pornografía, espiritismo, vanidades…etc.
Volviendo a nuestro tema. Saúl está
yendo de mal en peor. En éste capítulo, cometió dos desaciertos graves: mandó
traer el arca, y el otro impuso al pueblo un ayuno sin sentido. Por puro ego.
Cuán importante es educar bien al
niño. En un punto tan trascendente como el dominio de sí mismo. Porque de
adulto será definitivo y será un hombre que beneficie a la humanidad y a la
obra de Dios
o lo perjudique. Recuerde: “Una sola persona puede marcar la diferencia para bien o para mal”.
o lo perjudique. Recuerde: “Una sola persona puede marcar la diferencia para bien o para mal”.
Ministerio Hno. Pio