miércoles, 22 de enero de 2020

149. JUICIO A LA CASA DE ELI.


“Dios visitó con su maldición no sólo a los hijos de Elí, sino a Elí mismo, y este terrible ejemplo debiera ser una advertencia para los padres de nuestros días”

Y VINO UN VARÓN DE DIOS A ELÍ
27 Y vino un varón de Dios a Elí, y le dijo: Así ha dicho Jehová: ¿No me manifesté yo claramente a la casa de tu padre, cuando estaban en Egipto en casa de Faraón?
28 Y yo le escogí por mi sacerdote entre todas las tribus de Israel, para que ofreciese sobre mi altar, y quemase incienso, y llevase efod delante de mí; y di a la casa de tu padre todas las ofrendas de los hijos de Israel.
29 ¿Por qué habéis hollado mis sacrificios y mis ofrendas, que yo mandé ofrecer en el tabernáculo, y has honrado a tus hijos más que a mí, engordándoos de lo principal de todas las ofrendas de mi pueblo Israel?
30 Por tanto, Jehová el Dios de Israel dice: Yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mí perpetuamente; mas ahora ha dicho Jehová: Nunca yo tal haga, porque yo honraré a los que me honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco. 
1 Samuel 2.


ELÍ murió de 98 años (cap. 4: 15; ver com. cap. 2: 22), cuando Samuel tenía suficiente edad para ser reconocido como profeta y como probable sucesor de Elí como juez (cap. 3: 19-21).  Puesto que naturalmente debe haber transcurrido algún tiempo entre las dos solemnes amonestaciones de los caps. 2 y 3, parece probable que esta visita del profeta anónimo se efectuó poco después de la dedicación de Samuel.  De lo contrario, no hay razón aparente para que Samuel no hubiera sido el portador de ambos mensajes del Señor.

¡Cuán tolerante es Dios!  
Por ejemplo, Saúl recibió amonestación tras amonestación, y se le dieron muchos años para que reflexionara antes de que finalmente eligiera proceder de acuerdo con su propia voluntad.
Pero Elí se rindió ante las exigencias familiares en vez de cumplir con su deber ante Dios en bien del pueblo.  La virtud no se hereda; se adquiere.  Los hijos de Elí heredaron una responsabilidad sagrada y un nombre honorable.  Sin embargo, debido al egoísmo, de tal manera se habían convertido en siervos de Satanás, que merecían la reprobación unánime del pueblo.  

Cuando su padre dejó de ejercer su autoridad, se le advirtió que así  464 como la reverencia y la honra producen una cosecha de buen carácter y utilidad, 
también cuando se siembran irreverencia y deshonra, los resultados son pesares y chascos 
(1 Samuel 2:32).  
"La ley del servicio propio 
es la ley de la destrucción propia" 
(DTG 577).

AMBOS MORIRÁN EN UN DÍA.
31 HE AQUÍ, vienen días en que cortaré tu brazo y el brazo de la casa de tu padre, de modo que no haya anciano en tu casa. 32 Verás tu casa humillada, mientras Dios colma de bienes a Israel; y en ningún tiempo habrá anciano en tu casa. 33 El varón de los tuyos que yo no corte de mi altar, será para consumir tus ojos y llenar tu alma de dolor; y todos los nacidos en tu casa morirán en la edad viril. 
34 Y te será por señal esto que acontecerá a tus dos hijos, Ofni y Finees: ambos morirán en un día.
 1 Samuel 2.

Puesto que Ofni y Finees habían abusado de las cosas del Señor, iban a sufrir una muerte violenta.  Con la esperanza de desviarlos de su mal proceder, Dios descorrió brevemente la cortina del futuro.  Habría sido natural esperar que los jóvenes corrigieran su conducta cuando oyeran esta profecía, a fin de no cosechar su cumplimiento.  Dios sencillamente previó su condenación; no la predeterminó.  El que ve el fin desde el principio conoce todo lo que afecta el ejercicio de Ia libre elección.  Al amonestar a ciertos individuos en cuanto a lo que les depara el porvenir, Dios prueba al universo que es tal el libre albedrío que ha otorgado al ser humano, que ni ese conocimiento del futuro le impide realizar lo que se haya propuesto.

UN SACERDOTE FIEL
35 Y yo me suscitaré un sacerdote fiel, que haga conforme a mi corazón y a mi alma; y yo le edificaré casa firme, y andará delante de mi ungido todos los días. 1 Samuel 2:35.


*Las Escrituras no indican con qué sacerdote se cumplió esta profecía.  Algunos eruditos piensan que se refiere a Sadoc, del linaje de Eleazar, a quien Salomón dio el sacerdocio cuando Abiatar, del linaje de Itamar, fue desposeído debido a su colaboración con Adonías en una tentativa para apoderarse del trono de Salomón (1 Rey. 2: 27, 35). 

Otros piensan que se refiere a Cristo, y hay otros que piensan que la profecía se cumplió con Samuel y su obra.  Pero la lección importante de esta declaración debe buscarse en el hecho de que el hombre no puede impedir el cumplimiento final del deseo de Dios de restaurar su propia imagen en el corazón del hombre. 

A Israel se le había entregado el servicio del santuario con todo su minucioso simbolismo para ilustrar el medio por el cual obra Cristo.  Con todo, aunque sacerdotes y gobernantes rechazaron el plan, todavía el propósito de Dios -que no conoce ni prisa ni pausa- avanzó ininterrumpidamente hasta su cumplimiento pleno.

 Si el hombre elige proceder así, puede asociarse con Cristo en el logro de esta meta; si rehúsa, él es el único culpable.  No puede acusar a Dios de que tenga malos designios contra él. CBA

JUICIO A LA CASA DE ELI
PERO CUANDO EL JUEZ de Israel (ELI) descuidó su obra, Dios se hizo cargo de la situación.
"Y vino un varón de Dios a Elí, y díjole: Así ha dicho Jehová: ¿No me manifesté yo claramente a la casa de tu padre, cuando estaban en Egipto en casa de Faraón?  Y yo le escogí por mi sacerdote entre todas las tribus de Israel, para que ofreciese sobre mi altar, y quemase perfume, y trajese ephod delante de mí; y dí a la casa de tu padre todas las ofrendas de los hijos de Israel.
¿Por qué habéis hollado mis sacrificios y mis presentes, que yo mandé ofrecer en el tabernáculo?
¿y has honrado a tus hijos más que a mí, engordándolos de lo principal de todas las ofrendas de mi pueblo Israel?
 Por tanto, Jehová el Dios de Israel dice: Yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mí perpetuamente; mas ahora ha dicho Jehová: Nunca yo tal haga, porque yo honraré a los que me honran, y los que me tuvieren en poco, serán viles. . . .Y yo me suscitaré un sacerdote fiel, que haga conforme a mi corazón y a mi alma; y yo le edificaré casa firme, y andará delante de mi ungido todos los días."

DIOS ACUSÓ A ELÍ de honrar a sus hijos más que al Señor.  Antes que avergonzar a sus hijos por sus prácticas impías y odiosas, ELÍ había permitido que la ofrenda destinada por Dios a ser una bendición para Israel se trocase en cosa abominable. 

LOS QUE SIGUEN SUS PROPIAS INCLINACIONES, en su afecto ciego por sus hijos, y, permitiéndoles que satisfagan sus deseos egoístas, no les hacen sentir el peso de la autoridad de Dios para reprender el pecado y corregir el mal, ponen de manifiesto que 625 honran a sus hijos impíos más que a Dios.  Sienten más anhelo por escudar la reputación de ellos que por glorificar a Dios; y tienen más deseo de complacer a sus hijos que de agradar al Señor y de mantener su servicio libre de toda apariencia de mal.

A ELÍ, COMO SUMO SACERDOTE Y JUEZ DE ISRAEL, Dios le consideraba responsable por la condición moral y religiosa de su pueblo, y en un sentido muy especial, por el carácter de sus hijos.  El debió haber procurado refrenar primero la impiedad por medidas benignas; pero si éstas no daban resultados positivos, debiera haber dominado el mal por los medios más severos.  Provocó el desagrado del Señor al no reprender el pecado ni ejecutar justicia sobre el pecador.  No se podría confiar en él para que mantuviera puro a Israel.

 AQUELLOS QUE NO TIENEN SUFICIENTE VALOR PARA REPRENDER EL MAL, o que por indolencia o falta de interés no hacen esfuerzos fervientes para purificar la familia o la iglesia de Dios, son considerados responsables del mal que resulte de su descuido del deber.

SOMOS tan responsables de los males que hubiéramos podido impedir en otros por el ejercicio de la autoridad paternal o pastoral, como SI HUBIÉSEMOS COMETIDO los tales hechos nosotros mismos.

ELÍ NO ADMINISTRÓ SU CASA DE ACUERDO CON LOS REGLAMENTOS QUE DIOS DIO PARA EL GOBIERNO DE LA FAMILIA.  Siguió su propio juicio.  El padre indulgente pasó por alto las faltas y los pecados de sus hijos en su niñez, lisonjeándose de que después de algún tiempo, al crecer, abandonarían sus tendencias impías. 

MUCHOS ESTÁN COMETIENDO AHORA UN ERROR SEMEJANTE.  Creen conocer una manera mejor de educar a sus hijos que la indicada por Dios en su Palabra.  Fomentan tendencias malas en ellos y se excusan diciendo: "Son demasiado jóvenes para ser castigados.  Esperemos que sean mayores, y se pueda razonar con ellos." En esta forma se permite que los malos hábitos se fortalezcan hasta convertirse en una segunda naturaleza.  Los niños crecen sin freno, con rasgos de carácter que serán una 626 maldición para ellos durante toda su vida, y que propenderán a reproducirse en otros.

No hay maldición más grande en una casa que la de permitir a los niños que hagan su propia voluntad.  Cuando los padres acceden a todos los deseos de sus hijos y les permiten participar en cosas que reconocen perjudiciales, los hijos pierden pronto todo respeto por sus padres, toda consideración por la autoridad de Dios o del hombre, y son llevados cautivos de la voluntad de Satanás. 

LA INFLUENCIA DE UNA FAMILIA MAL GOBERNADA SE DIFUNDE, y es desastrosa para toda la sociedad.  Se acumula en una ola de maldad que afecta a las familias, las comunidades y los gobiernos.

A causa de su cargo, la influencia de Elí era mayor que si hubiera sido un hombre común.  Su vida familiar se imitaba por doquiera en Israel.  Los resultados funestos de su negligencia y de sus costumbres indulgentes se podían ver en miles de hogares que seguían el modelo de su ejemplo.  Si se toleran las prácticas impías en los hijos mientras que los padres hacen profesión de religión, la verdad de Dios queda expuesta al oprobio.  La mejor prueba del cristianismo en un hogar es la clase de carácter engendrada por su influencia.  Las acciones hablan en voz mucho más alta que la profesión de piedad más positiva.

SI LOS QUE PROFESAN LA RELIGIÓN, en vez de hacer esfuerzos fervientes, persistentes y concienzudos para criar una familia bien ordenada como testimonio de los beneficios que reporta la fe en Dios, son flojos en el gobierno de la casa y toleran los malos deseos de sus hijos, obran como Elí y acarrean deshonra a la causa de Cristo, y ruina para si mismos y sus familias.  Pero por grandes que sean los males debidos a la infidelidad paternal en cualquier circunstancia, son diez veces mayores cuando existen en las familias de quienes fueron designados maestros del pueblo.  Cuando éstos no gobiernan sus propias casas, desvían por su mal ejemplo a muchos del buen camino.  Su culpabilidad es tanto mayor que la de los demás cuanto mayor es la responsabilidad de su cargo. 627

Se había prometido que la casa de Aarón andaría siempre delante de Dios; pero esta promesa se había hecho a condición de que los miembros de la tal casa se dedicaran a la obra del santuario con corazón sincero y honraran a Dios en toda forma, no sirviéndose a sí mismos ni siguiendo sus propias inclinaciones perversas.  Elí y sus hijos habían sido probados, y el Señor los había hallado enteramente indignos del elevado cargo de sacerdotes en su servicio.  Así que Dios declaró: "NUNCA YO TAL HAGA." No podía hacer en su favor el bien que quería hacerles, porque ellos no habían hecho su parte.

EL EJEMPLO que deben dar los que sirven en las cosas santas debe ser de tal carácter que induzca al pueblo a reverenciar a Dios y a temer ofenderle.  

Cuando los hombres que actúan como "en nombre del Cristo"(2 Cor. 5: 20), para proclamar al pueblo el mensaje divino de misericordia y reconciliación, usan su sagrada vocación como un disfraz para satisfacer sus deseos egoístas o sensuales, se convierten en los agentes más eficaces de Satanás.

 COMO OFNI Y FINEES, inducen al pueblo a aborrecer el sacrificio a Jehová.  Puede ser que se entreguen secretamente a su mala conducta por algún tiempo; pero cuando finalmente se revela su verdadero carácter, la fe del pueblo recibe un golpe que a menudo resulta en la destrucción de toda fe en la religión. 

Queda en su mente desconfianza hacia todos los que profesan enseñar la palabra de Dios.  Reciben con dudas el mensaje del siervo verdadero de Cristo.  Se preguntan constantemente: "¿No será este hombre como aquel que creíamos tan santo y que resultó tan corrupto?" Así pierde la palabra de Dios todo su poder sobre las almas de los hombres.

EN LA REPRENSIÓN QUE DIRIGIÓ ELÍ A SUS HIJOS, hay palabras de significado solemne y terrible, palabras que deben pesar todos los que sirven en las cosas sagradas: 
"Si pecare el hombre contra el hombre, los jueces le juzgarán; más si alguno pecare contra Jehová, ¿quién rogará por él?"

Si los delitos de ellos hubieran perjudicado tan sólo a sus semejantes, el juez podría haber hecho una reconciliación señalando una pena y requiriendo 628 la restitución correspondiente; y los culpables podrían haber sido perdonados. O si su pecado no hubiese sido de presunción, podría haberse ofrecido en su favor un sacrificio expiatorio.

 PERO SUS PECADOS ESTABAN TAN ENTRETEJIDOS CON SU MINISTERIO COMO SACERDOTES DEL ALTÍSIMO en el ofrecimiento de sacrificios por los pecados, y la obra de Dios había sido tan profanada y deshonrada ante el pueblo, que no había expiación aceptable en su favor.  Su propio padre, a pesar de que era sumo sacerdote, no se atrevía a interceder por ellos; ni podía escudarlos de la ira de un Dios santo.
DE TODOS LOS PECADORES, son más culpables los que arrojan menosprecio sobre los medios que el Cielo proveyó para la redención del hombre, los que crucifican "de nuevo para si mismos al hijo de Dios," y le exponen "a vituperio." (Heb. 6: 6.)  

*AÑO TRAS AÑO el Señor había postergado los castigos con que le amenazaba. Mucho pudo haberse hecho en aquellos años para redimir los fracasos del pasado; pero el anciano sacerdote no tomó medidas eficaces para corregir los males que estaban contaminando el santuario de Jehová y llevando a la ruina a millares de Israel. Por el hecho de que Dios tuviera paciencia, Ofni y Finees endurecieron su corazón y se envalentonaron en la transgresión. Elí hizo conocer a toda la nación los mensajes de reproche que habían sido dirigidos a su casa. Así esperaba contrarrestar, hasta cierto punto, la influencia maléfica de su negligencia anterior.
PERO LAS ADVERTENCIAS fueron menospreciadas por el pueblo, como lo habían sido por los sacerdotes.
 (Patriarcas y Profetas págs. 624-628, 630, 631).

DIOS CONDENA LA NEGLIGENCIA que se solaza en el pecado y el crimen, y la insensibilidad que es lenta para detectar su funesta presencia en las familias de cristianos profesos.
 El hace responsables a los padres en alto grado por las faltas y necedades de sus hijos. Dios visitó con su maldición no sólo a los hijos de Elí, sino a Elí mismo, y este terrible ejemplo debiera ser una advertencia para los padres de nuestros días”. 
(4 Testimonies pág. 200).

·       ¡Como estas viviendo hoy!
RECUERDA. El juicio a la casa de Eli. Fue a un líder religioso. Que tuvo grandes privilegios. Pero lo usó mal. Que puso como dios a sus hijos, por la buena política de la paz. Olvidando que Dios, debe estar primero. Y como tal dio una falsa impresión al pueblo de la gloria de Dios. 
Ministerio Hno. Pio

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