domingo, 9 de julio de 2017

22. EN SU 2° VENIDA SOLO HABRÁ 2 GRUPOS


12 Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre; 13 y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento. 14 Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar. 15 Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; 16 y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; 17 porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie? 
(Apoc. 6:12-17 R60).

 El sexto sello comprende desde 1,755 y culmina con la segunda venida de Nuestro Señor Jesucristo. 

Cuatro Acontecimientos Que Aperturan El Sexto Sello:  
1. “EL GRAN TERREMOTO” El gran terremoto ha sido identificado por muchos teólogos como el gran terremoto de Lisboa, del 1 de Noviembre de 1,755. Abarcó por lo menos diez millones de kilómetros cuadrados. La conmoción fue casi tan violenta en África como en Europa. 
2. “EL OSCURECIMIENTO DEL SOL Y LA LUNA” 
EL oscurecimiento del sol ocurrió el 19 de mayo de 1780. 
El oscurecimiento de la luna ocurrió en la noche del mismo día. 
 El 19 de mayo de 1780 figura en la historia como el "día obscuro." Desde el tiempo de Moisés, no se ha registrado jamás período alguno de obscuridad tan densa y de igual extensión y duración. "Único o casi único en su especie, por lo misterioso del hasta ahora inexplicado fenómeno que en él se verificó... fue el día obscuro del 19 de mayo de 1780, inexplicable obscurecimiento de todo el cielo visible y atmósfera de Nueva Inglaterra." -R. M. Devens, Our First Century, pág. 89. 

3. “LA CAIDA DE LAS ESTRELLAS” 
Esta profecía se cumplió de modo sorprendente y pasmoso con la gran lluvia meteórica del 13 de noviembre de 1833… 
"Su sublimidad y terrible belleza quedan aún grabadas en el recuerdo de muchos.... Jamás cayó lluvia más tupida que ésa en que cayeron los meteoros hacia la tierra; al este, al oeste, al norte y al sur era lo mismo. En una palabra, todo el cielo parecía en conmoción... El espectáculo, tal como está descrito en el diario del profesor Silliman, fue visto por toda la América del Norte.... Desde las dos de la madrugada hasta la plena claridad del día, en un firmamento perfectamente sereno y sin nubes, todo el cielo estuvo constantemente surcado por una lluvia incesante de cuerpos que brillaban de modo deslumbrador.“ 
-R. M. Devens, American Progress; or, The Great Events of the Greatest Century, cap. 28, párrs. 1 - 5. 

Estos cuatro episodios dieron origen al tiempo del fin, el cual culminará con la segunda venida de Cristo. 

 Entonces Solo faltaría la última señal: Cuando el cielo se abra dando paso a nuestros Señor, como Rey de reyes y Señor de señores. Y entonces los que nos están preparados, pedirán a las rocas y cuevas que los escondan de la presencia de Dios. 
La pregunta lógica es: ¿Estás preparado? 
¿Ya te uniste al Señor por medio de su pueblo remanente? 

Decidir correctamente es muy importante, porque las actitudes de los dos grupos es consecuencia de una preparación o descuido anticipados, dia a dia. 

El capítulo termina con la gran pregunta: 
¿y quién podrá sostenerse en pie? 

Y encontramos la respuesta en el antiguo testamento: Se dirá en aquel día: He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; éste es Jehová a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación. (Isa. 25:9 R60). Hno. Pio

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