sábado, 20 de mayo de 2017

03. EL PERDÓN ¿Es Posible Perdonar? ¿Es Necesario Hacerlo?

¿Es posible perdonar a alguien que te ha hecho mucho daño? 
Un día visite a una joven que estaba amargada con Dios, porque le responsabilizaba del abuso que recibió a los 10 años de edad, decía: ¿Dónde estaba Dios, mientras era abusada? 

- Cuán importante es perdonar, porque al hacerlo somos liberados de la carga que nos aplastaba… 
- Perdonar es liberarnos, es olvidar. 
- Perdonar es salud al alma, medicina al cuerpo. 

 Jesús, cuando se refiere a la ley de Dios, lo resume en dos partes: 
El Amor a Dios y al prójimo con una frase más, amalo como a ti mismo. Mat. 22:34-40. 
- De esto se desprende tres deberes a considerar: 
a. El amor a Dios. 
b. El amor al prójimo, 
c. El amor a uno mismo. 

Recuerda: Perdonar es el acto de cumplir el mandato divino en beneficio del ofensor y el ofendido. Pero hazlo de buena gana con voluntad. 

Hace un tiempo atrás viví un caso, de cómo perdonar al ofensor.
Sabía que en algún momento me encontraría cara a cara; porque volví a vivir donde vivía antes, entonces me prepare para el encuentro, orando a Dios, que limpiara toda la amargura de mí ser, y me ayudara a honrarlo. 
Entonces después de varios años, un día lo vi; y cuando lo vi, solo pude saludarle cordialmente, sin ira, ni rencor, porque lo había perdonado antes de verlo; hace muchos años, pero éste ser no se inmutó, ni mostró arrepentimiento, ni menos pedir perdón. 
Pero eso no era mi lio, agradecí a Dios por su bondad. 

Entonces es posible perdonar, perdonar con la ayuda de Dios, solo con su ayuda es posible perdonar y vivir en paz. 

"Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor". (Heb 12:14 R60).

 Finalmente quiero recordar el caso del Rey Saúl, que fue desechado por Dios en vida, pero seguía siendo rey de Israel. 
¿Porque traigo esta historia al tema de hoy? 
Lo traigo porque a pesar de que Dios lo había desechado por su constante desprecio a su voluntad, la relación había cambiado, pero aun lo seguía amando. 

Podemos perdonar a los ofensores, pero dependiendo de la magnitud del daño, la relación cambiara para siempre. 
Se contaba la historia de un miembro de iglesia que había sido borrado de la iglesia por seducir a una jovencita.
 Después de un tiempo pidió ser admitido en la iglesia en las mismas condiciones que antes tenía, por lógica la relación cambió para siempre, nunca volvería a ser lo mismo. 

Pero queda firme que el perdón no es solo olvidar, no es solo dejar de sentir rencor, venganza…

Sino mira al hombre echado del edén, 
Dios los perdonó, pero la relación cambió. 


El cristiano, dentro de lo que le permiten sus limitaciones finitas, debería imitar la forma perfecta y completa del modo como Dios perdona cuando alguien lo ofende.  El espíritu de perdón debe acompañar al acto de perdón. CBA

Hno. Pio

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