Un sueño puede ser grato o no, pero es el ideal que los padres tienen para sus hijos. Pero pocos hijos se enteran del sueño de sus padres para ellos, porque la mayor parte de padres viven solo para el día, muchas veces dedicados al trabajo, a sus amigos (as); o pasan en la indecisión de definirse y aceptar la realidad de casados y su rol paterno. Y pasan su vida pensando que deben rehacer su vida y que el amor ideal no llegó aún a sus vidas. Y asi pierden preciosos tiempos y cuando despiertan los hijos ya son mayores y ellos solo recuerdan lo desdichado que fueron… y los sueños rotos.
Pero gracias a Dios, que no es esto, toda la historia, aún hay más… y de eso es justamente que hablaremos hoy, de ese sueño maravilloso y perfecto que tiene Dios para todos sus hijos, hijo felices y logrados en esta vida y la venidera.
Para que un sueño sea una realidad en los hijos, es necesario que los Padres comuniquen que esperan de sus hijos.
Nuestro Padre celestial ha dejado escrito que espera de nosotros y su sueño quiere contagiarnos a nosotros; para vivir el cielo hoy en nuestras vidas.
“Solo entraremos al cielo,
si vivimos el cielo hoy en nuestras vidas”
Para entender más de este sueño, leamos esta historia maravillosa del futuro de los salvados en la Tierra Nueva.
I).- 1 Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces. 2 Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová. 3 Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos; 4 sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío. 5 Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura.
(Isa 11:1-5… R60).
Jesús nació del linaje de David. Mat. 1:1.
Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres. (Luc. 2:52 R60).
Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. 17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Éste es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.
(Mat. 3:16-17 R60).
17 Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito: 18 El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; 19 A predicar el año agradable del Señor. 20 Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él. 21 Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros. (Luc. 4:17-21 R60).
23 Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
24 Y se difundió su fama por toda Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos; y los sanó.
(Mat 4:23-24 R60).
- Cuando los dirigentes judíos no lo aceptaron, después que había hecho grandes maravillas.
Dicto sentencia al pueblo rebelde.
1 Vinieron los fariseos y los saduceos para tentarle, y le pidieron que les mostrase señal del cielo. 2 Mas él respondiendo, les dijo: Cuando anochece, decís: Buen tiempo; porque el cielo tiene arreboles. 3 Y por la mañana: Hoy habrá tempestad; porque tiene arreboles el cielo nublado. ¡Hipócritas! que sabéis distinguir el aspecto del cielo, ¡más las señales de los tiempos no podéis! 4 La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. Y dejándolos, se fue. (Mat 16:1-4 R60).
23 Estando en Jerusalén en la fiesta de la pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo las señales que hacía. 24 Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque conocía a todos, 25 y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues él sabía lo que había en el hombre.
(Juan 2:23-25 R60).
34 Le respondió la gente: Nosotros hemos oído de la ley, que el Cristo permanece para siempre. ¿Cómo, pues, dices tú que es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado? ¿Quién es este Hijo del Hombre? 35 Entonces Jesús les dijo: Aún por un poco está la luz entre vosotros; andad entre tanto que tenéis luz, para que no os sorprendan las tinieblas; porque el que anda en tinieblas, no sabe a dónde va. 36 Entre tanto que tenéis la luz, creed en la luz, para que seáis hijos de luz. Estas cosas habló Jesús, y se fue y se ocultó de ellos. 37 Pero a pesar de que había hecho tantas señales delante de ellos, no creían en él; 38 para que se cumpliese la palabra del profeta Isaías, que dijo: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? ¿Y a quién se ha revelado el brazo del Señor? 39 Por esto no podían creer, porque también dijo Isaías: 40 Cegó los ojos de ellos, y endureció su corazón; Para que no vean con los ojos, y entiendan con el corazón, Y se conviertan, y yo los sane. 41 Isaías dijo esto cuando vio su gloria, y habló acerca de él. 42 Con todo eso, aun de los gobernantes, muchos creyeron en él; pero a causa de los fariseos no lo confesaban, para no ser expulsados de la sinagoga. 43 Porque amaban más la gloria de los hombres que la gloria de Dios.
(Juan 12:34-43 R60).
Y la gloria de Dios abandonaría al pueblo
de Dios, por su rechazo a la única esperanza, Jesús.
Mat. 23:38; Juan 19:15.
25 De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán. 26 Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo; 27 y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre. 28 No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; 29 y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; más los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.
(Juan 5:25-29 R60).
21 Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto. 22 Más también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará. 23 Jesús le dijo: Tu hermano resucitará. 24 Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero. 25 Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. 26 Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? 27 Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo.
(Juan 11:21-27 R60).
Jesús vino a este mundo, nació como un bebé, creció físicamente, mentalmente y espiritualmente, luego de ser un hijo obediente comenzó su ministerio a los 30 años. Luc. 3:23. Fundó su iglesia,
El Nuevo Israel con sus 12 apóstoles. Mat. 10:1-4; Mar. 3:14.
Luego de Resucitar, Mat. 28:1-7; Hechos 2:32. Dejó las órdenes a su iglesia de llevar adelante el ministerio de la salvación, a todo el mundo, y luego bautizándolos en los 3 poderes que existen en este universo, En El Nombre del Padre, El Hijo, y Espíritu Santo. Mat. 28:17-20, y luego ascendió a los cielos. Hechos 1:6-11.
Y pronto volverá por sus hijos, Mat. 24:29-35, para completar el sueño, sueño que se concretará en algo visible y real, cuando viva con sus hijos mil años en el cielo y luego por la eternidad aquí, en la tierra renovada, recreada.
Porque: 6 Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. 7 La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja. 8 Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora. 9 No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar… (Isa 11:6-9… R60).
Nuestro Dios hará nueva las cosas, recreara la tierra, Y Dios hará de esta tierra la capital del universo, porque morará con sus hijos.
Y el dolor terminará para siempre… todo esto es para los que valientemente se unen, se ponen del lado del Señor hoy. Apoc. 21:1- 7.
“Debemos Vivir y Vencer como Cristo nuestro Redentor. No te dejes engañar por aquellos que dicen: “Jesús ya guardó la ley por mí, por lo tanto no necesito guardarlo más, solo necesito ejercer fe en él”, esa es una verdad a medias, una verdad a medias es mentira. Jesús en primer lugar: obedeció los mandamientos de su Padre para ser un sacrificio perfecto, lo guardó para dejarnos ejemplo, asi como obedeció y venció, nosotros también lo hagamos. Juan 15:10.
Bienaventurados los que guardan sus mandamientos, para tener derecho al árbol de la vida, y poder entrar por las puertas en la ciudad. Apoc. 22:14 RVG).
"Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará"
(Gál. 6: 7).
No permitas que el enemigo te impida participar del sueño maravilloso que Dios tiene para todos sus hijos… Hno. Pio
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