Oh, Mi Patria, Te Prometo Hoy Humilde Lealtad; un servicio pleno y total brindado por amor; Un amor que se interesa, que soporta la aflicción, que coloca sobre el altar lo amado y lo mejor; Un amor que nunca dudará en entregarse fiel; Un amor que no claudicará hasta vencer el mal…
Asi Reza éste precioso himno.
Himno que nos impele a mirar nuestra verdadera realidad, de que somos hijos de Dios, y que nuestro verdadero hogar, nos espera, hogar que nunca debimos dejar. Pero nos pide que vivamos haciendo del cielo una realidad hoy.
Los cautivos israelitas que salieron de Egipto, después de siglos de servidumbre cruel, fueron según el registro bíblico unas 600 mil personas, sin contar mujeres y niños. Digamos que fueron unos 2 a 3 millones de personas aproximadamente,
¿Y cuantos llegaron a la Canaán de los hombres que salieron de Egipto?, solo llegaron 2: Josué y Caleb.
“Éstos son los contados por Moisés y el sacerdote Eleazar, los cuales contaron los hijos de Israel en los campos de Moab, junto al Jordán frente a Jericó. Y entre éstos ninguno hubo de los contados por Moisés y el sacerdote Aarón, quienes contaron a los hijos de Israel en el desierto de Sinaí. Porque Jehová había dicho de ellos: Morirán en el desierto; y no quedó varón de ellos, sino Caleb hijo de Jefone y Josué hijo de Nun”. (Num 26:63-65 R60).
También hoy salimos del Egipto espiritual, y nos enrumbamos a la Canaán Celestial, porque todos los que han sido bautizados, están habilitados, somos candidatos para el cielo. Gal. 3:26,27. Apoc. 3:5,11.
Asi como los Israelitas del pasado fueron candidatos a la tierra prometida al ser bautizados. 1Cor. 10:1-4.
Hoy buscamos solo lograr la idoneidad.
En nuestra lucha no repitamos la falta de fe de los Israelitas del pasado, porque ejemplo tenemos de sobra.
Judas 1:3-; 2Pedro 2. Num. Deut. 1,2… 1Cor. 10:5-11.
No olvidemos que Somos peregrinos y pasajeros en esta tierra, nuestra verdadera tierra, nuestro verdadero hogar;
está más allá del sol…
¿Ya eres parte de ella? Si eres parte de ella,
¡Qué nadie tome tu corona!
¡Lucha con valor, esfuérzate y se valiente!
¡El cielo es sólo de los valientes que vencieron. Apoc. 21:7.
¡Pronto vendrá el Señor, a llevarnos a ese bendito hogar!
Hno. Pio
No hay comentarios.:
Publicar un comentario