En Aquel Tiempo Merodac-Baladán Hijo De Baladán, Rey De Babilonia, Envió Cartas Y Presentes A Ezequías; Porque Supo Que Había Estado Enfermo, Y Que Había Convalecido.
2 Y Se Regocijó Con Ellos Ezequías, Y Les Mostró La Casa De Su Tesoro, Plata Y Oro, Especias, Ungüentos Preciosos, Toda Su Casa De Armas, Y Todo Lo Que Se Hallaba En Sus Tesoros; No Hubo Cosa En Su Casa Y En Todos Sus Dominios, Que Ezequías No Les Mostrase.
3 Entonces El Profeta Isaías Vino Al Rey Ezequías, Y Le Dijo: ¿Qué Dicen Estos Hombres, Y De Dónde Han Venido A Ti? Y Ezequías Respondió: De Tierra Muy Lejana Han Venido A Mí, De Babilonia.
4 Dijo Entonces: ¿Qué Han Visto En Tu Casa?
Y Dijo Ezequías: Todo Lo Que Hay En Mi Casa Han Visto, Y Ninguna Cosa Hay En Mis Tesoros Que No Les Haya Mostrado.
5 Entonces Dijo Isaías A Ezequías: Oye Palabra De Jehová De Los Ejércitos: 6 He Aquí Vienen Días En Que Será Llevado A Babilonia Todo Lo Que Hay En Tu Casa, Y Lo Que Tus Padres Han Atesorado Hasta Hoy; Ninguna Cosa Quedará, Dice Jehová. 7 De Tus Hijos Que Saldrán De Ti, Y Que Habrás Engendrado, Tomarán, Y Serán Eunucos En El Palacio Del Rey De Babilonia. 8 Y Dijo Ezequías A Isaías: La Palabra De Jehová Que Has Hablado Es Buena. Y Añadió: A Lo Menos, Haya Paz Y Seguridad En Mis Días. (Isaías 39:1-8 R60).
Las decisiones que tomamos afectan a toda nuestra vida, llega hasta nuestros descendientes en muchas generaciones, con bendiciones o desdichas.
En los capítulos 36-37 de este libro de Isaías. Se presenta las dificultades al pueblo entero por el acoso de los enemigos de turno, por diversas razones: una de ellas el haber confiado en Egipto, en vez de confiar en Dios. Y además por esta crisis gran parte del pueblo había huido a Egipto (Isaías Capítulos 30-31).
Pero Dios salvaría a los que estaban aún en Jerusalén, al remanente o al resto del pueblo. 37:30-38.
Y asi lo hizo, y el enemigo externo fue derrotado.
Pero aun otra prueba se presenta al Rey Ezequias, pero esta vez de una manera directa, más personal.
“En aquellos días Ezequías enfermó de muerte. Y vino a él el profeta Isaías hijo de Amoz, y le dijo: Jehová dice así: Ordena tu casa, porque morirás, y no vivirás. (Isa 38:1 R60).
Creo que nadie quiere morir, todos queremos vivir. y era natural de Ezequias aferrarse a la vida, cuando en los versículos siguientes ruega a Dios a que lo sane. Y pone en su pedido sus buenas obras. Y Dios Responde sanándolo, pero antes da una señal:
"Que el sol retrocedería diez grados".
Pero la sanidad que usó Dios en este caso fue usando un remedio de masas de higo puesta en la llaga y sanó.
Hasta ahí, todo bien. Volvió la felicidad a la vida del rey, quien viviría 15 años más.
Aceptar la voluntad de Dios, ha sido el desafío de la vida de todo hijo de Dios a través de la historie de este mundo. Jesús en el Getsemaní, luchó con la voluntad de Dios, Moisés cuando intercedió por el pueblo rebelde de Israel, Gedeón….etc.
Aprender a aceptar su voluntad no librará de penas y desdichas en la mayoría de los casos. Cuando el Señor dispone que debamos descansar, es el mejor momento de nuestra vida.
Pero si queremos llegar hasta la vejez, debemos temer y honrar a Dios en todo momento y andar humildemente reconociéndolo en cada paso que damos en nuestra vida.
Ezequías dice: ¿Qué diré? El que me lo dijo, él mismo lo ha hecho. Andaré humildemente todos mis años, a causa de aquella amargura de mi alma...(Isa 38:15-17 R60).
Cuan
pronto Ezequías había olvidado lo que Dios había hecho por él.
Humildemente decía, pero no fue humilde al dar gloria a sus logros personales ante los enviados de babilonia. Todo les mostró dice el escritor, toda su casa, pero no le mostró lo más importante, A Dios, quien le había dado una nueva oportunidad, se olvidó de darle gloria y agradecimiento. Con este testimonio pudo haber sembrado bendiciones a sus descendientes en el futuro, en la que ya no existiría más.
La mayoría vivimos irresponsablemente, como si vamos a vivir por siempre, sin pensar en nuestros hijos, nietos, bis…. vivimos solo los momentos, pero no pensamos dejar bienestar de bendiciones que es mejor que la plata o propiedades.
La vida Ezequías está marcado por el hijo malvado que dejó, que nació en los 15 años de vida que Dios le concedió. Su sucesor Manases fue el rey más impío que había existido, y gracias a su maldad, la suerte de Judá fue echada. Y se cumpliría la profecía de que sus hijos serian cautivos en babilonia, no solo cautivos sino cautivos eunucos.
¡Qué futuro verdad!
Por eso mejor es aprender a aceptar la voluntad de Dios, cada día de nuestra vida, y todo nos saldrá bien.
No olvidemos que tenemos enemigos en la vida, pero el más peligroso es el enemigo que está dentro de nosotros mismos, nuestro yo. “Porque es la lucha más difícil de vencer, pero por la gracia de Dios, es posible vencerlo”. Hno. Pio.
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