15. LA PALABRA PROFÉTICA MÁS SEGURA 2

 Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad. Pues cuando él recibió de Dios Padre honra y gloria, le fue enviada desde la magnífica gloria una voz que decía: Éste es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia. Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo. 

 Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo. (2Pedro 1:16-21 R60). 

El apóstol Pedro, sostiene su fe, 

sobre dos bases sólidas: 

a). Su experiencia personal.

 Pedro era uno de los apóstoles que había visto todo el ministerio público de Jesús, nadie se lo había contado, él había convivido con el Maestro. Como su fe; fue creciendo poco a poco. 

De cómo tuvo que aprender lección tras lección. 

De como de ser un temerario, vengativo, cobarde, 

hasta patriota (Junto con los demás discípulos, preguntó sobre el restablecimiento político del reino de Israel en el momento de la asunción. Hechos 1:6,7). 

De ser un traicionero… fue creciendo en la gracia, pasó a paso, hasta ser el Pedro, adulto en la fe, y que escribe estas epístolas con una madures que solo el Espíritu Santo puede hacer. Y con toda autoridad, presenta a Jesucristo en su ministerio terrenal, y la esperanza en su segunda venida. 

 b). Y La Seguridad en la Palabra de Dios.

Pedro dirige a sus lectores a mirar, en las profecías, donde se habla tanto de la primera venida y la segunda venida. De cómo estos libros sagrados como el Pentateuco y los escritos de los profetas hablan de Jesús como Salvador primero del pueblo de Israel, luego del mundo entero. 

Como dijo Jesús, que las escrituras hablan de él en todo el antiguo testamento. Y cuando resucitó, repitió la lección a los discípulos, de lo que las escrituras decían de él, como el Mesias prometido. 

Juan. 5:39; Lucas 24:27. 

 “Las profecías nos anuncian (hoy) el porvenir con la misma claridad con que Cristo predijo su propia muerte a los discípulos” CS.  652

 Es nuestro deber y privilegio estudiar la biblia con mucha responsabilidad, permanentemente. “Porque la forma como la estudiamos, dependerá en gran medida nuestra salvación” Pidamos la dirección del Espíritu Santo, para encontrar la verdad, 

luego decidir permanecer en la verdad.

Porque hay verdades como el mensaje de los 3 ángeles de Apocalipsis 14:6-12, que llaman al mundo entero a ponerse del lado de la bandera ensangrentada del príncipe Emanuel. 

 “Cuando Dios manda a los hombres avisos tan importantes que las profecías los representan como proclamados por santos ángeles que vuelan por el cielo, es porque él exige que toda persona dotada de inteligencia les preste atención. Los terribles juicios que Dios pronunció contra los que adoran la bestia y su imagen (Apoc. 14:9-11), deberían inducir a todos a estudiar diligentemente las profecías para saber lo que es la marca de la bestia y cómo pueden evitarla”. Pero las muchedumbres cierran los oídos a la verdad y prefieren fábulas. CS. 652

 El tiempo es corto, dediquemos tiempo en lo trascendente. 

“ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor” 

(Filp. 2:12 R60). Hno. Pio