lunes, 10 de junio de 2019

101. LOS HIJOS DE JOSÉ EN LA TIERRA PROMETIDA 2


14 Y los hijos de José hablaron a Josué, diciendo: ¿Por qué NOS HAS DADO por heredad una sola suerte y una sola parte, SIENDO NOSOTROS UN PUEBLO TAN GRANDE, y que Jehová nos ha bendecido hasta ahora? 15 Y Josué les respondió: Si SOIS pueblo tan grande, SUBID al bosque, y haceos desmontes allí en la tierra de los ferezeos y de los refaítas, ya que el monte de Efraín es estrecho para vosotros. 16 Y los hijos de José dijeron: No nos bastará a nosotros este monte; y todos los cananeos que habitan la tierra de la llanura, tienen carros herrados; los que están en Bet-seán y en sus aldeas, y los que están en el valle de Jezreel. 17 Entonces Josué respondió a la casa de José, a Efraín y a Manasés, diciendo: TÚ ERES GRAN PUEBLO, y tienes grande poder; no tendrás una sola parte, 18 SINO QUE AQUEL MONTE SERÁ TUYO; pues aunque es bosque, TÚ lo desmontarás y lo poseerás hasta sus límites más lejanos; porque TÚ arrojarás al cananeo, aunque tenga carros herrados, y aunque sea fuerte. Josue 17:14-18.

14. UNA SOLA PARTE.
En este pasaje se considera a Efraín y a Manasés como una tribu, la tribu de José.  Por lo menos les resultaba conveniente que en este caso se los considerara así.  Quizá recordaban la promesa y profecía de Jacob (Gén. 48: 22), en la cual el anciano patriarca daba a José una parte más que a sus hermanos.  

Pero al mismo tiempo les parecía conveniente olvidar que sus hermanos habían recibido una porción del otro lado del Jordán.  

“Un Espíritu EGOÍSTA Y CODICIOSO 
Siempre OLVIDA Lo Que Ya Ha Recibido”.  

Tal vez Manasés y Efraín comparaban su porción con la que había recibido Judá.  Posiblemente también pensaran que por ser Josué de la tribu de Efraín les haría un favor especial.  Pero Josué era demasiado magnánimo como para ceder ante una propuesta tan mezquina y egoísta como la que hacían las tribus de Efraín y Manasés.

*UN PUEBLO TAN GRANDE. 
Muchas personas REPRODUCEN hoy la ACTITUD de los hijos de José.  Los que tienen una opinión exagerada de sí mismos, a menudo piensan que su grandeza debiera ser reconocida por Dios y por los hombres; y si no lo es, entonces insisten en que Dios o los hombres se equivocan.  

En el caso que estamos considerando, ya que los descendientes de José eran un pueblo grande debido a la bendición del Señor, debían haber seguido buscando en él una bendición permanente, y no hacer un pedido injusto para que Josué les diera más de lo que les correspondía.

Siempre existe el peligro de que cuando una persona es bendecida por Dios, atribuya esta bendición a algún mérito propio.  

Esta puede ser la razón por la cual no reciben mayores favores del cielo.  Tienden a interpretar de modo erróneo esos favores, y mientras con los labios agradecen a Dios, en su corazón se están alabando a sí mismos.

15. SI SOIS PUEBLO TAN GRANDE.
Josué era demasiado sagaz como para discutir la arrogante declaración de los efrainitas y manasitas.  En realidad les dijo: "Si sois pueblo tan grande gracias a las bendiciones de Dios, entonces Dios seguirá bendiciéndoos en la conquista de la tierra.  Sois bien capaces de cuidaros a vosotros mismos.  Id a los vastos bosques del centro de Palestina y tomad posesión de ellos". 

 De estas declaraciones se deduce claramente que una buena parte de Palestina central era en ese tiempo un gran bosque con escasa población.  

Esto ayudaría a explicar la estrategia del ataque de Israel bajo el mando de Josué contra el centro del país, para dividir las fuerzas de los cananeos desde el comienzo de la campaña.  Así los israelitas pudieron atacar con todas sus fuerzas a los ejércitos del sur, y luego de haberlos derrotado allí, pudieron 265 volverse contra los ejércitos del norte.

16. NO NOS BASTARÁ.
Los hijos de José no querían conformarse con el territorio que se les adjudicaba.  A fin de que les alcanzase, debían realizar la difícil tarea de limpiar el terreno montañoso y prepararlo para la agricultura o conquistar el valle, zona dominada por los cananeos que poseían poderosas armas.

CARROS HERRADOS. 
Esos carros estaban recubiertos de hierro.  Algunos han negado la posibilidad de que hubiera objetos de hierro en esa época.  Sin embargo, los objetos encontrados en la tumba del rey Tutankamón son del mismo siglo y prueban la existencia y el uso del hierro en esa época (ver también com.  Gén. 4: 22).  Estos carros eran formidables instrumentos de guerra, pero los hijos de José debieran haber recordado que su Dios era mayor aún que los "carros herrados".

17. UNA SOLA PARTE.
Estas tribus no debían considerar su heredad como una sola parte, porque en realidad era suficientemente grande si tan sólo se disponían a poseer todo el territorio.  Si subían al monte y lo desmontaban, podían duplicar su extensión.  Es evidente que una buena parte de su territorio era boscoso en ese tiempo (ver com.  Deut. 8: 7).

18. SUS LÍMITES MÁS LEJANOS. 
Si desmontaban y ocupaban la montaña, podrían dominar todos los valles.  Dominando todos los desfiladeros, podrían expulsar a los cananeos a pesar de sus formidables carros herrados.

TU ARROJARÁS.
Esta fue la orden final para las tribus cobardes.  Reciben una orden similar los que albergan pecados dominantes.  No se ha de tolerar una sola mancha.  

TODO Vicio Corruptor Debe Ser EXPULSADO Del Corazón.  Cualquier vestigio de tolerancia o transigencia acarreará la ruina segura.  Con frecuencia podemos mirar nuestros pecados así como Israel vio los carros herrados, y quizá sintamos que no los podemos vencer.

  Así TRANQUILIZAMOS la conciencia haciendo "tributarios" nuestros pecados, pero permitiendo que permanezcan.  El resultado final es la derrota segura.  El temor y la falta de fe y valor son los aliados de Satanás; pero la orden de Dios resuena a través de las edades: 
"Tú los arrojarás". 2 CBA

Los descendientes de José Mostraron tempranamente en la tierra prometida un egoísmo y falta de amor. Y con toda prepotencia y codicia. Exigieron más tierras para su gente, que eran muy numerosos. 
Como un hijo malcriado que exige a sus padres que lo sostengan.
Pero gracias a Dios, se encontró con un líder que les recordó sus obligaciones. 
En el futuro en especial Efraín, creó muchos problemas a los líderes de Israel. Jueces 8:1; 12:1. 
Pero gracias a Dios, también salieron grandes líderes. 
Jueces 4:1; 1 Samuel 1:1. 

Esto demuestra que individualmente, algunos usaron bien su libre albedrio. Eligieron ser fieles y servidores de Dios. En todo tiempo esto ha sido así.  

Al final con el resto de las 9 tribus fueron desterrados a Asiria 
por haberse apartado de Dios. Oseas 4:17; 5:1-.

Cuantos problemas se evitarían en la vida si cumpliéramos 
los preceptos divinos.
 ¿Y recordáramos en toda relación humana 
sus requerimientos? 

Uno de los principios que debemos aprender es la humildad para aprender de Dios, cada día.
 "Antes del fracaso esta la soberbia". Proverbios 16:18. 
Por eso debemos aprender el Espíritu de humildad de Jesús nuestro Señor y Salvador. Filipenses 2:5-11. Y todo saldrá bien. 
Ministerio Hno. Pio 

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