Nuevas son cada mañana;
grande es tu fidelidad. Lam. 3:23.
Cuando pensamos en terminar nuestra vida,
es porque perdimos el valor y la fe de vivir.
Las causas pueden ser diversas, y hasta inexplicables.
Pero algo debe quedar claro. Si creemos en Dios y que nos dio la vida. Tenemos un deber y privilegio de mantenernos en el puesto que nos puso; solo podemos dejarlo si él nos releva.
Nadie más; ¡solo Dios!
Cada día será una oportunidad de agradecer por la vida…
serán renovadas nuestras ganas de vivir.
Y viviremos agradecidos siempre.
Porque aprendimos que
“Nuestra única opción es vivir y vivir”
la otra opción no es relevante.
Y por tanto debemos desterrarlo completamente de nuestra mente;
y cuando llegue la crisis de la auto compasión…”.
Saldremos vencedores.
• Y ahora si creemos que somos producto del azar.
No hay argumento preventivo que valga.
Ya estamos muertos antes del suicidio.
• “Porque olvidamos que vivimos solo por la palabra de Dios
qué cada día nos sustenta”.
• Porque ¡No Hay Vida Fuera De Él!
Amen.
Ministerio Hno. Pio
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