domingo, 16 de junio de 2019

108. CIUDADES DE REFUGIO O ASILO.


Habló Jehová a Josué, diciendo: “Habla a los hijos de Israel y diles: Señalaos las ciudades de refugio, de las cuales yo os hablé por medio de Moisés”. Josue 20:1, 2. 

*CIUDADES DE REFUGIO.
La palabra "refugio" viene del Heb. qalat que significa "hacer entrar", "albergar", "recibir".  De ahí la idea 278 de "asilo" o "refugio".  Tanto en el hebreo como en la LXX y en siriaco aparece el artículo antes de la palabra "refugio", o sea "ciudades del refugio".  Así se hace una referencia más clara a lo que Dios ya había mandado.  La ley de las ciudades de refugio aparece en su forma completa en Núm. 35 
y Deut. 19.  

LA SANTIDAD DE LA VIDA HUMANA, que no es generalmente reconocida en los conceptos paganos y ateos, es uno de los grandes principios de la religión cristiana. 

 Desde época muy remota, Dios procuró recalcar ante su pueblo la idea de que poner fin a la vida de un ser humano, en cualquier circunstancia, era algo muy serio.  

Esta gravedad radica en que el hombre fue hecho a la semejanza divina.  Después del diluvio, Dios declaró enfáticamente que "el que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre" (Gén. 9: 6; ver también Exo. 21: 12,14).  Dios había prometido un lugar donde pudiese huir el que matara involuntariamente a otro (Exo. 21: 13), pero no ofreció la misma protección para el asesino.  

DIOS QUERÍA ELIMINAR la antigua costumbre de la venganza particular, según la cual el castigo del asesino estaba en manos del pariente más cercano o del heredero de la víctima.  

Entre las naciones, ISRAEL ERA LA ÚNICA QUE TENÍA ESTE CONCEPTO DEL VALOR DE LA VIDA HUMANA, y Dios deseaba enseñarles aún más de su justicia y misericordia.  

Dios no conduce a los hombres más rápidamente de lo que son capaces de comprender la verdad divina.  

Este principio caracterizaba la legislación hebrea, dada por Dios mediante Moisés.  SE ADAPTABA a la condición de los hombres, pero siempre conducía a una perfección que no podía ser captada en primera instancia por el pueblo. 

 Así se toleraron por un tiempo la esclavitud, la poligamia y el divorcio fácil, y hasta se promulgaron leyes para regular estas prácticas que no habían sido ordenadas ni aprobadas por Dios.
En la mente hebrea estaba profundamente arraigada la idea de que el pariente más cercano era el guardián de la vida de su hermano, y por eso debía vengar su muerte.  En vez de contrariar este sentimiento o intentar desarraigarlo, Dios puso este sentimiento bajo controles provisionales y sanos que impedían que se cometiera una gran injusticia cuando no se había cometido un crimen.

*Dios había hablado por medio de Moisés, quien había escrito esas instrucciones para que Josué pudiera disponer de esa información 
(Exo. 21: 13; Núm. 35: 9-34; Deut. 19: 1-13).  Cuando se escribió el libro de Josué, es probable que el Pentateuco hubiera existido ya en una forma similar a la de hoy. CBA

Entonces resumiendo lo dicho: La venganza por la muerte o afrenta de las personas era costumbre de los pueblos de la antigüedad, en la que prevalecían la ley del ojo por ojo… en que el familiar más cercano vengaba a su familiar muerto. 

PERO EN ISRAEL, Dios quiso cambiar esta moda de los pueblos. Añadió el asilo temporal o permanente al sujeto que accidentalmente hirió o mato a su prójimo. Creando las ciudades de REFUGIO.

ENTONCES EL ASILO O REFUGIO Era parte de la justicia y de la correcta forma de tratar casos de accidentes en que se involucraban la vida humana. Estaba libre de prejuicios y pasiones humanas. 
Eran supervisados y administrados por los levitas estas ciudades 
y el consiguiente juicio del procesado.

*Actualmente en el mundo, el asilo se da a todo los que accedan con o sin razón, solo por el hecho de pedirlo. Si es inocente o no. 
Y está de moda la migración de pueblos en masa. Pidiendo asilo 
a estado ricos; para mejorar sus condiciones de vida. 
Pero en los tiempos bíblicos solo era para los inocentes, para salvarles la vida en peligro mortal. Ministerio Hno. Pio

No hay comentarios.:

Publicar un comentario