lunes, 10 de junio de 2019

98. CONVIVIENDO CON EL ENEMIGO


Más a los jebuseos que habitaban en Jerusalén, los hijos de Judá no pudieron arrojarlos; y ha quedado el jebuseo en Jerusalén con los hijos de Judá hasta hoy. Jos. 15:63.

A la mayoría de los pueblos en Canaán, Israel los derrotó. Pero la pregunta lógica es: ¿POR QUÉ NO TERMINÓ DE CONQUISTAR TODO EL TERRITORIO? 

 “Enemigo Que No Derrotas Hoy, 
Te Derrotará Mañana”  

*En esto hay para nosotros una lección espiritual.  Antes del tiempo de David, Judá no pudo expulsar a los jebuseos, quizá debido a la incredulidad nacida de la conciencia del pecado o de una falta de confianza en Dios, por lo cual esta tribu pudo no haberse sentido a la altura de la tarea.  

*La lección es evidente: manifestamos incredulidad cuando rehusamos hacer lo que Dios nos ha mandado, con el pretexto de que no somos capaces de realizarlo.  Cuando perdemos la fe nos llenamos de temor.  
Cuando no tenemos fe en Dios, desfallecemos ante nuestros enemigos; perdemos el celo y nos tornamos inactivos e indiferentes. CBA

*Para tornarnos inactivos y laxos hay una sola razón fundamental. Vivir conforme a la costumbre de la moda de los pueblos. Y Israel no terminó su obra por ese motivo. Porque estaba distraído y entretenido en adorar y servir a dioses paganos de los pueblos que quedaron. Josué 2:11,12.

Siempre ha sido y es y será; que jamás el pueblo de Dios vivió sin contaminarse con las culturas y costumbre de los pueblos. ¡Nunca estuvo totalmente exento de sus influencias!
El remanente del tiempo del fin no es la excepción.   
En apocalipsis 3:14-22. Vemos la tragedia del pueblo remanente del tiempo del fin: “La tibieza” la tibieza es la mezcla de lo sagrado con lo secular y mundano. 

Así como Laodicea tiene todos los elementos para vencer, si decide ser fiel al Señor; Israel lo tenía, pero perdió su Visión y Misión. Y al final de su tiempo de gracia, despreció su legado, legado de ser el pueblo exclusivo de Dios al rechazar al Mesías. 
Juan 1:11; 19:14,15. 

Así como Israel fue desechado como pueblo exclusivo; 
el remanente del tiempo del fin está a punto de ser desechado. 
Apoc. 3:15,16.

*Pero entendamos bien, así como en el tiempo de Elías; 
la mayoría estaba en apostasía. 
Dios se preservó 7000 personas fieles. 
1 Reyes 19:18.  
Así Dios se preservará del remanente nominal, 
un remanente fiel. 

Entonces perder la misión, trae consigo, consecuencias de pérdidas de grandes proporciones y por ende se vegeta y no se vive.
“Tener nombre de que se vive, pero estar muerto” 
“muerto en delitos y pecados”. Apoc. 3:1; Efes. 2:1. 
 Retomemos nuestra misión, y todo estará bien. Apoc. 14:6-12. 
Que Dios te bendiga y su Espíritu Ilumine tu conciencia. Amen. 
Ministerio Hno. Pio

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